Irma Soriano lanza un mensaje de ayuda: "Necesito trabajar"
Fue este verano cuando Irma Soriano hizo enloquecer las redes sociales. Con su participación en el programa ‘Ven a cenar conmigo’ de Telecinco se logró que la periodista llegara a una generación que no la conocía. El éxito de audiencia del espacio sirvió para que Irma volviera a sentir el cariño de un público que no la olvida. La alegría duró poco.
Irma ha empezado el curso televisivo sin trabajo. Quienes la conocen explican a ‘Corazón’ que Irma está algo nerviosa. Se siente extraña después de una vida dedicada, en cuerpo y alma, al difícil y fatigoso mundo de la comunicación. No entiende el motivo por el que todos los proyectos que tenía sobre la mesa han acabado siendo un recuerdo del pasado. Terminada su colaboración con 13TV, donde introducía las películas del ‘western’. Irma triunfa ahora con un canal de YouTube que no le da réditos económicos, pero sí visibilidad.
Sin embargo, es consciente de que el cibermundo no es un negocio para ella. Por eso busca ahora una oportunidad para volver a televisión. Quiere demostrar que sigue conservando la naturalidad y el desparpajo que le sirvieron para conquistar (profesionalmente) a Jesús Hermida: «Quiero trabajar, por supuesto. Desde los 17 años he estado enganchando un trabajo con otro y ahora me veo así, es muy raro para mí. Quiero que sigan confiando en mí porque necesito trabajar, y que crean en mí», dice a ‘Corazón’. Su impecable trayectoria le avala. Irma es de esas periodistas todoterreno que han desafiado al paso del tiempo con una profesionalidad a prueba de bombas: «Sigo teniendo la misma ilusión de la primera vez pero ahora con la madurez que me ha dado los años», reconoce. Y es cierto, pues Soriano no ha perdido ni un ápice de la soltura de entonces, ni tampoco esa capacidad para empatizar que le sirvió para conducir con éxito varios espacios de testimonios.
No tiene miedo a nada. Está dispuesta a explorar otros registros y, por qué no, a desarrollar esa vis cómica que enamoró a la audiencia este verano: «Me encantaría poder hacer cualquier cosa que yo sepa poder defender. También un programa de humor, monólogos… Ahora estoy haciendo recitales de poesía y me siento cómoda», nos dice. Pero tampoco descarta rehacer su vida como tertuliana en programas dedicados a la crónica social: «Podría ser muy interesante poder aportar mi punto de vista, porque yo me implico totalmente con todo lo que hago. Sería como soy yo». No es la primera vez que Irma se lanza al vacío. Lo hizo cuando se enroló en la aventura de Gran Hermano VIP donde aguantó prácticamente hasta el final del concurso. «Esa experiencia me vino también muy bien para que la gente joven me conociera».
Pero no todo son problemas para la presentadora. En el terreno sentimental la vida le sonríe. Su relación con Mariano, su marido, a quien conoció en la televisión autonómica de Castilla la Mancha, y le colma de total felicidad. Es el refugio que nunca falla, la horma de su zapato y también la persona en la que se apoya cuando la vida le muestra la cara más difícil. Es, además en estos momentos, cuando Irma más le necesita. Le apoya, le recuerda lo importante que ha sido profesionalmente y le empuja a que siga luchando por mantenerse activa en una profesión que de por sí es complicada. Además de ser una esposa entregada, Irma también es una madre convencida. Ella fue madre por última vez a los 48 años y vive la maternidad con el sosiego y la tranquilidad que le da tener una familia numerosa. De hecho, su hija Triana fue uno de sus grandes apoyos y el gran descubrimiento televisivo durante su participación en el ‘reality’ estrella de Mediaset.
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