Las mejores comedias rom\u00e1nticas de la historia

Es difícil encontrar películas románticas que no cumplan alguno de estos tres estereotipos. Opción A) chico conoce chica, se enamoran, hay un malentendido, y luego llega el final feliz. Opción B) chico conoce chica, uno se hace el duro, el otro insiste hasta que le convence, y luego llega el final feliz. Opción C) chico conoce chica, tienen que experimentar algo trágico e intenso, esta experiencia les une, y llega el final feliz.

Hemos querido encontrar todas esas películas que se han convertido en míticas por combinar emoción, una historia de amor especial y una buena calidad cinematográfica, para que la próxima vez que te sientes ante la pantalla del televisor con tu pareja (o solo), tus clínex, tu mantita y tus palomitas disfrutes de un espectáculo romántico… pero no pasteloso.

Las mejores comedias románticas de la historia

El amor llega cuando menos te lo esperas y, si no, que se lo digan a Amelie, una chica diferente a todas los demás que ha pasado por unos cuantos dramas, como ver a su pez deslizarse por una alcantarilla, a su madre morir delante de Nôtre Dame y a su padre enloquecer cuidando a un enanito de jardín. Amelie decide que lo único que le hace feliz es hacer feliz a los demás y arreglarles la vida y en ese proceso encuentra su amor.

Lo mejor: La interpretación de Audrey Tatou y las fotos del enanito de jardín viajando por el mundo.

Todos recordamos esta película por la famosa escena del Día de la Marmota, y por lo mucho que nos hemos reído a costa de la jugada por la que tiene que pasar Bill Murray, pero ‘Atrapado en el tiempo’ es también la historia de cómo dos seres humanos de dispar personalidad, un hombre del tiempo narcisista y una alicaída periodista, acaban juntos en medio de la situación más extraña que pudieran imaginarse.

Lo mejor: La cantidad de situaciones cómicas que tiene la película y que aparecen narradas con ritmo, sin caer en la repetición.

Cuando filmaron la película, escogieron al actor más guapo del mundo (aún le quedaba un año a Paul Newman para asomarse a la gran pantalla) y a una joven actriz que nadie conocía pero con un talento y una elegancia inigualable. La dirección de William Wyler obró la magia restante para crear una película deliciosa sobre una princesa que disfruta de unas vacaciones en la ciudad eterna con un periodista americano que supuestamente no sabe cuál es su identidad.

Lo mejor: La increíble química entre Gregory Peck y Audrey Hepburn y el importante papel de Roma como escenario de la película.

«Hola. Me llamo Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir». La que es una de las frases más míticas del cine envuelve con humor una de las historias de amor más bonitas de las últimas décadas, la que unió a Weasley-pirata Roberts y a la princesa Buttercup. En 1987, Rob Reiner (que un año antes había realizado la increíble ‘Cuenta conmigo) dirigió la adaptación cinematográfica de la preciosa novela con carices medievales de William Goldman. Si no la has visto, tienes un agujero imperdonable en tu lista de comedias románticas.

Lo mejor: El magnífico equilibrio entre aventuras trepidantes y romanticismo.

Juliette Binoche enamora a golpe de bombón y chocolate a los rancios habitantes de un pueblecito francés, a los que sabe perfectamente qué ofrecer según el gusto y la personalidad de cada uno. El sexto sentido que tiene para saber qué le gusta a sus clientes le servirá también para conquistar el corazón (y el estómago) de Johnny Depp.

Lo mejor: Su planteamiento como de cuento de hadas del que se puede sacar una preciosa moraleja, que hasta en los entornos más difíciles pueden crecer nuevos brotes.

Según muchos críticos (y según la web Rotten Tomatoes), es la mejor comedia romántica de la historia del cine). ¿La historia? Una heredera caprichosa (Claudette Colbert) que huye de su familia recibe ayuda de un hombre (Clark Gable) que en realidad es un reportero que necesita una historia importante para triunfar en su periódico. Es la típica historia con la que triunfó en los años 30 Frank Capra, pero ambos están absolutamente maravillosos.

Lo mejor: La química brutal entre los dos protagonistas y la mezcla de humor, amor y escenas disparatadas, sin perder el ritmo ni un solo momento, ni dejar de criticar a la sociedad americana de los años 30.

Una de esas películas que a muchos les pareció tontorrona cuando se estrenó pero que ha ido cogiendo relevancia con el paso de los años. Steve Carell da vida a un hombre de 40 años que recibe el golpe de su vida cuando su mujer le cuenta que tiene una aventura y que quiere separarse. En la barra de un bar conocerá al mujeriego Jacob (Ryan Gosling) quien le pone al día en técnicas de ligoteo.

Lo mejor: Que, aunque tenga escenas muy previsibles, resulta divertida y entretenida.

No hay mejor musical en toda la historia que ‘Cantando bajo la lluvia’, el peliculón de Stanley Donen que se sitúa en una época complicada para el cine como fue el paso del mudo al sonoro. Debbie Reynolds (en el centro) protagoniza, con Donald O’Connor (izquierda) y Gene Kelly (derecha), una suerte de Cenicienta en la que logra el amor del segundo a golpe de baile mientras es reconocida por méritos propios y no como sustituta de Lina Lamont (Jean Hagen).

Lo mejor: La escena del paraguas con Gene Kelly que da título a la película. No es de amor, pero es impresionante.

Es probablemente el epítome de las comedias románticas ochenteras, gracias al acertado guión de Nora Ephron. El punto de partida es una pregunta que, seguro, has debatido muchas veces: ¿pueden un hombre y una mujer sin amigos sin llegar a tener una relación amorosa? Harry (Billy Cristal) y Sally (Meg Ryan) se conocieron cuando eran universitarios y desde entonces son buenos amigos, pero parece que no lo serán por mucho más tiempo.

Lo mejor: Que es tan divertida y deliciosa (aunque también con desarrollo predictible) que no deseas que se acabe nunca.

No fue muy bien recibida por los críticos, ¿pero a quién le importa la crítica cuando se trata de escoger una película para llorar de emoción? Aquí nos presentan a Pat (Bradley Cooper), que ha pasado 8 meses en un centro de salud mental por agredir a su mujer al enterarse de que le había sido infiel. A la salida, tratará de arreglar la relación con ayuda de Tiffany (Jennifer Lawrence), una viuda algo perturbada y de mala fama.

Lo mejor: Elegante y optimista, arranca con un ritmo brioso y se mantiene todo el metraje por el trabajo de los protagonistas y secundarios de lujo como Robert DeNiro.

Que los flechazos existen en el amor es algo que demuestra este otro peliculón de Stanley Donen que reunió a dos pesos pesados de la comedia. Reggie (Audrey Hepburn) conoce en unas vacaciones en una estación de esquí a Peter (Cary Grant) y decide dejar a su marido. Pero cuando vuelve a París, descubre que su esposo ha sido asesinado y que, antes de morir, había robado una fortuna al gobierno de Estados Unidos y que ese dinero lo puede tener… Reggie.

Lo mejor: En medio de todo este enredo, el amor fluye entre ambos, una pareja en la que el propio Grant no creía. Al actor le habían ofrecido diez años antes protagonizar ‘Vacaciones en Roma’, pero lo había rechazado por considerar que la diferencia de edad entre ambos hacía poco creíble la historia de amor.

Una de las películas más románticas de los últimos tiempos es también una de las más adorablemente navideñas, así que ¿por qué no verla por enésima vez? Richard Curtis traza en ella una amalgama de 10 pequeñas historias de amor; al parecer, como no las tenía todas lo suficientemente desarrolladas, las dejó como pildoritas optimistas que, la verdad, son muy diferentes: unas eufóricas, otras tiernas, otras sorprendentes pero todas ellas de hacerte agarrar el pañuelito y de querer desear feliz navidad al primero con el que te cruces.

Lo mejor: El reparto, la música… y el final.

Muchos la bautizaron como la historia de una moderna Cenicienta, pero en poco se parecía el personaje de Charles Perrault a la Vivian (Julia Roberts) de la película de Garry Marshall… salvo en que un príncipe le salvaba de la desdichada vida que llevaba. El príncipe, Richard Gere, contrataba a la prostituta Vivian y, tras su primera noche juntos, le pide que sea su dama de compañía durante una semana, y a gastos pagados.

Lo mejor: Que parece una película del Hollywood clásico, con su clase, su glamour, su elegancia y sus pocos fallos. La veríamos en bucle.

Esta preciosa fantasía de encuentros y reencuentros entre Charles (Hugh Grant, encumbrado para siempre con este filme en un actor cómico y romántico a lo James Stewart o Cary Grant) y Carrie (una Andie MacDowell en su mejor momento de fama) fue la comedia más grande de los 90. Narra la historia de un grupo de amigos de toda la vida que se encuentran en cuatro bodas y un funeral, y en todos esos eventos surgirá (y se acabará en algunos casos) el amor.

Lo mejor: Que la pareja protagonista engancha, sí, pero que todos los miembros de la pandilla son igual o más geniales que ellos.

Muchos dicen de ella que es la mejor película de Billy Wilder e incluso la mejor comedia de la historia y lo cierto es que es difícil ver fallos en ella. El tronchante argumento en el que dos músicos de jazz se ven obligados a vestirse de mujer para huir de unos gángsters entrando en una orquesta femenina se resuelve con un doble enamoramiento. Aunque no llorarás a lo ‘Love Actually’, pasarás un buen rato.

Lo mejor: El trío protagonista (Marylin Monroe, Tony Curtis, Jack Lemmon) funciona con la misma precisión de un reloj.

Richard Curtis, el guionista de ‘Cuatro bodas y un funeral’, volvió a dar en el blanco con esta historia de una superestrella de cine (Julia Roberts) que entra en una librería de segunda mano de Notting Hill regentada por un torpe chaval que se enamorará ipso facto de ella (Hugh Grant) sin saber quién es. Lo que no sabe es cuánto va a cambiar su vida por ello.

Lo mejor: «No olvides que solo soy una chica delante de un chico pidiéndole que le quiera». La frase que ha pasado a los anales del cine.

Un Billy Wilder en estado de gracia rodaba ‘El apartamento’ después de ‘Con faldas y a lo loco’, volviendo a contar con Jack Lemmon, que en esta ocasión daba vida a un oficinista dueño de un apartamento que presta de vez en cuando a sus jefes para que se lleven a sus conquistas. Él se enamora de la ascensorista, pero cuando averigüe un ‘detallito’ que aún no sabe, es posible que todo cambie.

Lo mejor: A pesar de su estilo teatral, las lecciones cinematográficas son constantes en este filme que alberga una mordaz crítica social además de una bella historia de amor por encima de las dificultades.

La venganza no es una buena idea. Esta historia empieza cuando Clementine (Kate Winslet) hace que borren todos los recuerdos de su relación con Joel (Jim Carrey), pero este intenta ‘vengarse’ haciendo que el mismo doctor la borre a ella de su cabeza. El problema es que se da cuenta de que, en realidad, la quiere, así que tiene que luchar muy duro para no olvidarse de ella.

Lo mejor: Que es una película extraña, con una pareja extraño, con un extrañamente equilibrado Jim Carrey y que a pesar de toda esta extrañeza, pone los pelos de punta.

Cary Grant y Katherine Hepburn protagonizaron hace 80 años este clásico de la comedia alocada y romántica alimentado con personajes extravagantes y una estructura deliciosa. Él da vida a un aburrido paleontólogo a punto de casarse con su aún más aburrida novia; ella es una ricachona caprichosa con un leopardo como mascota que conseguirá echar por tierra todos sus planes.

Lo mejor: La enorme influencia que ejerció en la historia del cine y particularmente en las comedias románticas. Deberías verla en primer lugar.

Vía: ELLE ES

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