Las primeras Navidades de Paz Padilla sin su marido y su madre
Paz Padilla parece haberse puesto como meta dar una lección al mundo sobre cómo encontrar la calma interior a través del duelo. Cómo asumir la pérdida de un ser querido y mirar adelante recordando lo bueno que nos han dejado esas personas. Porque, en su caso, este 2020 le ha dejado dos muertes de esas que dejan arañazo en el corazón: la de su madre, doña Lola, en febrero; la de su marido, Antonio Juan Vidal, en pleno verano.
La presentadora y humorista afronta, pues, sus primeras Navidades sin dos de las personas más importantes de su vida. Este lunes explicaba en el plató de ‘Sálvame’ cómo tiene pensando celebrar estas fechas, a pesar de que habrá dos huecos más que sonados en su mesa esta Nochebuena. Y lo primero que hacía era recordar cómo fueron estas fechas hace un año.
«Fue muy bonito, yo ya sabía que mi marido tenía cáncer pero estas fechas son especiales por lo que es realmente importante: tener a alguien que te quiera y el amor, la familia«, explicaba con esa mezcla de sinceridad y serenidad que se han convertido en su bandera. Porque, desde que se sentó en el plató del ‘Deluxe’ en la reaparición televisiva tras enviudar, ha tratado de ser ejemplo para quienes están pasando por algo similar.
«Da igual que se llame 20, 21 o 18, cuando la vida te golpea ellos no preguntan. Yo no lo voy a olvidar nunca, es más, ni quiero olvidarlo, porque siempre pienso que venimos a aprender de las cosas que nos suceden. De todo sacamos un aprendizaje, no podemos hacer como que no ha pasado nada», explicaba Padilla a la audiencia de Telecinco.
Mi marido está presente todos los días de mi vida»
«Da igual que sea Fin de Año que Navidad. Mi marido está presente todos los días de mi vida. Hay que vivir la Navidad y hay que disfrutarla. Me encanta», sentenciaba, dejando claro que no piensa renunciar a disfrutar de estos días, porque para ella son unas fiestas especiales. Que sigue rigiéndose por esa idea de que la vida sigue y no hay que modificar lo que una hacía.
«Hay gente que piensa ‘igual no le querías tanto’ porque estás de cachondeo… y me entran ganas de decir qué mala persona eres. Soy una persona optimista pero eso no quiere decir que no tenga dolor en el alma y cuanto antes aprenda yo a vivir con ganas, seré más feliz. El tiempo que me quede aquí voy a ser feliz con humor, como me enseñó mi madre«, terminaba antes de hacerle una petición al 2021: «Humor y amor. Hay que continuar viviendo y no se puede perder la sonrisa».
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