Los Reyes dan el último adiós a la Infanta Pilar
El Monasterio de el Escorial fue el lugar elegido para dar el último adiós a la Infanta Pilar. Allí tuvo lugar un funeral solemne en su memoria al que acudió toda la familia Gómez–Acebo así como numerosos miembros de las casas reales europeas, de la nobleza y amigos que quisieron despedirse.
La ceremonia estuvo presidida por los Reyes, don Felipe y doña Letizia, y oficiada por el arzobispo castrense, Juan del Río, que estuvo acompañado por otros seis sacerdotes, y a ella no faltaron don Juan Carlos y doña Sofía, a quienes los Reyes saludaron con cariño a su entrada al templo. Tampoco la hermana de doña Pilar, la Infanta Margarita. A su llegada, don Felipe y doña Letizia fueron recibidos por los cinco hijos que la duquesa de Badajoz tuvo de su matrimonio con Luis Gómez-Acebo.
Al entrar, los Reyes se pararon a saludar a la ahora princesa Beatriz de los Países Bajos –ostenta este título después de haber dejado el trono en 2013–, quien viajó a Madrid para despedirse de su amiga, la Infanta doña Pilar, y ocupó la primera fila de asientos junto a la Infanta Cristina y la Infanta Elena.
Fueron cerca de 500 las personas que quisieron dar el último adiós a la duquesa en el solemne funeral en el Monasterio de El Escorial. Entre ellos estaba Margarita de Bulgaria, que llegó acompañada de su hijo Kubrat y la esposa de este, Carla Royo-Villanova, su hija Kalina y el marido de esta, Quitín de Bulgaria. Estuvieron la princesa Astrid de Luxemburgo y su marido, Carlos de Habsburgo y se desplazó también hasta el Escorial la baronesa Thyssen.
Allí pudimos ver a su hijo Borja junto a su mujer, Blanca Cuesta, así como a Luis Alfonso de Borbón y su mujer, Margarita Vargas, que quisieron acompañar a la familia. Una vez finalizada la ceremonia, se ofreció un vino español al que no asistieron ni los Reyes eméritos ni la Infanta Cristina, que se retiraron tras las exequias.
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