Los Reyes, en La Palma: solidaridad y empatía con los vecinos
Era una visita esperada. También necesaria. Yo lo veo así. Quinto día de erupción en La Palma: las dimensiones que alcanza la actividad sísmica del Cumbre Vieja, desde el 19 de septiembre, nos ha dejado una imágenes insólitas devastadoras de una isla verde y bonita, ahora parte de ella sepultada en magma. Los Reyes se desplazaron a La Palma el jueves 23 por la mañana en un viaje de emergencia como respuesta a una situación también de máxima emergencia. Felipe VI y doña Letizia estaban acompañados por el presidente de Gobierno Pedro Sánchez. El viaje de anunció el martes 21.
Arrancó la visita en Breña Baja, en el acuartelamiento El Fuerte, que acoge a personas que han sido evacuadas de sus casas. En este punto, los Reyes pudieron hablar con los vecinos, a quienes mostraron todo su apoyo y comprensión. Muchos lo han perdido todo. Casas, negocios, campos, todo enterrado bajo el fuego o bajo las cenizas. Una vecina mostraba a los Monarcas imágenes en su móvil.
Felipe VI y doña Letizia se agachaban para acercarse a los mayores, que esperaban sentados en sus sillas con botellas de agua. Junto a los Reyes estaba Sánchez. La Reina les preguntaba sobre sus vidas en la isla y el tiempo que llevan viviendo allí. El Rey iba con la camisa remangada y vaqueros; su esposa, con zapatillas y camiseta blanca básica. Un vecino se asomó por la ventana del centro y los Reyes escucharon su relato.
La sede el Cabildo de La Palma era el segundo punto informativo de la visita de los Reyes. Allí se reunieron con el Comité Pevolca (Plan de Emergencias Volcánicas de las Canarias), donde fueron informados de la evolución que pudiera tener la erupción. Una evolución incierta, que algunos expertos barajan entre 24 y 84 días. Desolador.
También visitaron el puesto de Mando Avanzado del Centro de Interpretación Caldera de Taburiente.
Según pasan las horas, los números que nos va dejando el volcán son sobrecogedores: casi 10.000 toneladas diarias de azufre, según el Instituto Volcanológico de Canarias. Una columna de humo de cuatro kilómetros. Toneladas de ceniza volcánica que se retiran con quitanieves. Una pared de lava incandescente de 12 metros de altura. 350 casas destruidas. Amenazas de cultivos de plataneras. Humo negro por todas partes.
En este paisaje de horror, y ante la impotencia de una isla arrasada, los Reyes mostraron su cariño a los vecinos desconsolados, sin casa, sin nada. También agradecieron a los Bomberos y servicios de Protección Civil, la UME y la Cruz Roja todo su trabajo y esfuerzo. La imagen de los Monarcas en La Palma es la imagen de la solidaridad y la comprensión. De la cercanía, del apoyo y del abrazo simbólico. También de dar la mano. La empatía se hace fuerte en momentos de máxima necesidad.
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