Un Emmy contra la COVID-19
En el capítulo 5 de la temporada 4 de ‘Brooklyn 9-9’, el agente Peralta bromea con darle a Terry el Oscar a Mejor Mentiroso: «¡Esa ni siquiera es una categoría de los Oscar!», contesta el sargento, molesto con la idea. Y tiene razón. Por ahora. Porque la Academia de Hollywood bien podría concederle a Donald Trump una estatuilla honoraria a Mejor Villano, por ejemplo, siguiendo los pasos con los que la Academia de Televisión ha decidido reconocer como héroe de la pequeña pantalla al gobernador de Nueva York, Andrew Como. El pasado lunes, en una ceremonia virtual, al político demócrata se le concedió el Founders Award por sus ruedas de prensa diarias sobre la pandemia que «abrieron una nueva dimensión en el campo de la información pública, aportando los datos que se necesitaban y reconfortando a la audiencia». El propio presidente de la Academia reconocía: «tengo amigos en California que se despertaban para verlo y todo lo que han aprendido sobre el virus se lo deben a sus explicaciones». Artistas como Spike Lee, Robert DeNiro, Rosie Pérez, Ben Stiller o Billy Joel le agradecieron su labor en sendos vídeos. Pero el cómico Billy Cristal, uno de los veteranos anfitriones de la gala de los Oscar, lanzó un misil político al afirmar que «sus presentaciones mostraron lo que no había en Washington, liderazgo».
Fueron 111 ruedas de prensa, 59 millones de espectadores diarios, con gráficos con datos y demostraciones en directo sobre cómo ponerse una mascarilla o, incluso, hacerse una prueba PCR en directo. Para dar un toque más personal que institucional, Como relataba anécdotas personales y familiares, llegando a hablar de su hija y su novio hasta convertirlos en personajes con los que se identificaban la audiencia.
Con este galardón, la Academia de Televisión lanza un contundente mensaje: frente a la negación de una realidad que se la llevado la vida de más de 250.000 norteamericanos, frente a la ausencia de un plan nacional para luchar contra la pandemia o frente a una presidencia que convocó mítines que se convirtieron en focos de nuevos brotes, los creadores audiovisuales no pueden quedarse al margen y deben tomar partido. El debate está servido: ¿es bueno ‘politizar’ unos premios? Claro que hay una pregunta anterior mucho más importante: ¿se puede politizar la ciencia y convertir la lucha contra el virus en una batalla ideológica?
Hasta ahora, los Emmy reconocían el talento creativo, ahora han decidido premiar el compromiso. Cambia el paradigma. Vivimos tiempos extraños.
Flosie no es Josie
El diseñador, que esta semana realizó su versión dulce de ‘León come gamba’ con un pastel-bota que le llevó a ponerse el delantal negro, sigue convertido en protagonista de ‘MasterChef Celebrity’ por sus ‘outfits’, por sus frases y por las bromas de Flo, convertidas en polémica. Este Krispín Klander 2.0 ha hecho correr ríos de tinta por acusaciones de homofobia, pero el propio Josie reconoce que no se siente ofendido. Es más, ni siquiera cree que sea una imitación: «si me está imitando, me está imitando muy mal», bromea. Y ha señalado que Flo es el concursante con quien más se divierte en un programa que define como ‘el más amoroso que he visto en 13 años de televisión.’ Se da así una curiosa paradoja: se denuncia en redes por acoso lo que la supuesta víctima no reconoce como tal. Este domingo, la dirección de La 1 dará su versión al defensor del espectador en ‘RTVE responde’: ¿darán la razón a los activistas o a la víctima que dice no serlo?
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