Una carta y un gran ramo de flores: Isabel II da las gracias al hospital donde estuvo un mes ingresado su marido Felipe

El pasado 16 de marzo, Felipe de Edimburgo abandonó el hospital londinense King Edward VII tras permanecer allí 28 días ingresado. Terminaba así un mes en el que el país contuvo la respiración ante el delicado estado de salud del marido de Isabel II, que llegó para vigilar lo que parecía ser solo una infección sin importancia y que acabó teniendo que ser trasladado a otro centro, el St. Bartholomew’s Hospital, para ser operado de un problema cardiovascular del que el duque, a sus 99 años, logró recuperarse con éxito.

Nada más recibir el alta, Felipe fue trasladado de inmediato al castillo de Windsor, donde le esperaba la reina, que durante esas cuatro largas semanas no pudo visitarle en persona por precaución sanitaria. Por eso tuvo que ser el equipo médico encargado del cuidado de su marido el que cada día informaba a la monarca del estado de salud del duque.

Un equipo que hoy ha recibido una grata sorpresa por parte de la monarca, que aprovechando que hoy se celebraba en Reino Unido el ‘Día de la reflexión’ en recuerdo a las víctimas del coronavirus, les ha enviado una carta personal y un ramo de flores en agradecimiento por haber cuidado tan bien de su marido y, por supuesto, por haber estado trabajando en primera línea durante toda la alerta sanitaria.

“Mientras esperamos juntos a que llegue pronto un futuro más brillante, hoy nos toca pararnos a pensar en el dolor y la pérdida que todavía sienten muchísimas familias. También para rendir tributo por el inconmensurable servicio de aquellos que nos han cuidado y apoyado a todos durante este último año”, es el mensaje de agradecimiento escrito al hospital por Isabel II, que además de la nota ha querido personalizar sus palabras acompañándolas de un gran ramo de flores que, por supuesto, el centro hospitalario ha subido a sus redes para dejar constancia de lo bien recibidas que han sido allí estas muestras de afecto por parte de la monarca.

Por supuesto, no ha sido esta nota la única aportación de la Familia Real en este primer aniversario del inicio del confinamiento total que vivió el país para atajar la pandemia. Los duques de Cambridge, Guillermo y Kate Middleton, también han puesto su gratino de arena en un emotivo acto celebrado en la Abadía de Westminster, el mismo lugar donde celebraron su boda.

Allí, la pareja ha guardado un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus para después encender una vela y depositar un ramo de narcisos en una de las capillas de la abadía. Un gesto simbólico que seguramente confortará a muchas de las personas que han perdido un ser querido en el último año.

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