Vestido de lunares: el look de invitada de Grace Kelly
Hace 60 años, Atenas era un hervidero de royals y aristócratas dispuestos a asistir y celebrar por todo lo alto la boda de don Juan Carlos y doña Sofía. El príncipe español y la princesa griega se habían conocido apenas un año antes en la boda de los duques de Kent y un año después se daban el ‘sí, quiero’ en la capital griega. A la ceremonia religiosa le precedieron varias fiestas y recepciones, y en una de ellas Grace Kelly eligió el que se ha convertido en el mejor look de invitada temporada tras temporada: el vestido de lunares.
La princesa monegasca, que se había casado seis años antes en Mónaco con el príncipe Rainiero, era una de las grandes protagonistas del enlace y su presencia no hacía sino dar brillo y glamour a una boda que tanto la monarquía española como la griega veían con muy buenos ojos. Grace no defraudó e hizo gala de su glamour hollywoodiense en todos los atuendos que lució aquellos días.
Pero sin duda el más inolvidable de todos fue el vestido blanco de lunares negros con el que se alejó del resto de invitadas y demostró que no hacían falta raso, pedrería y encaje para ser la más elegante. Grace eligió un diseño de suave caída, con el cuerpo ligeramente abullonado y la falda recta, con manga al codo y lazada al cuello. Con un tocado tipo casquete y guantes blancos (dos detalles con los que coincidía en estilo con Jackie Kennedy), gafas de sol y unas pequeñas perlas como únicas joyas, la princesa se convertiría en precursora del look de invitada más deseado.
Desde entonces, han sido muchas las royals (de Lady Di a Kate Middleton pasando por la reina Letizia) que han convertido este vestido en una de sus apuestas seguras. El outfit de Grace para aquella fiesta de Atenas era la radiografía del perfecto look de invitada que, seis décadas después, sigue siendo un acierto para cualquier tipo de evento.
De largo midi, con o sin mangas, con lazada o de escote en V, prácticamente todas las firmas incluyen entre sus propuestas un vestido blanco de lunares negros para aquellas que no quieren arriesgar y prefieren optar por el estilismo atemporal y siempre correcto que tiene todo lo necesario para permanecer en el armario durante muchas temporadas.
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