10 consejos de psicólogos para afrontar el encierro por el coronavirus con una salud mental de hierro
Esto es lo que hay: tras la declaración del estado de alerta por el coronavirus la mayoría de nosotros nos hemos quedado encerrados en casa de mejor o peor talante. Además de preparar nuestro hogar a prueba de coronavirus e intentar que no cunda el pánico, poco podemos hacer para gestionar la crisis sentimental a la que nos expone el encierro de dos semanas. ¿Poco? En realidad no, podemos hacer mucho, si sabemos cómo. A continuación encontrarás las diez claves que nos recomiendan poner en práctica desde el Colegio Oficial dePsicología de Madrid
Anímate por que estás haciendo lo correcto
- No te centres en que no puedes salir, sino en que estás haciendo algo bueno. Quedarte en casa no es una pérdida de tiempo, es lo más responsable que puedes hacer y tu forma de ayudar a los sanitarios y a la población que está en riesgo de enfermar gravemente por culpa del coronavirus. Quedándote en casa salvas vidas. Lo mejor de todo es que cuanta más gente cumpla con esta indicación, antes podremos salir de nuestro encierro y todos saldremos ganando.
Intenta no obsesionarte con el tema
- La información está bien, la sobreinformación no. Si esa sobreinformación procede además de cuentas no verificadas de Twitter, bulos de Whatsapp y mensajes confusos de Facebook o Instagram… peor que peor porque es uno de los principales factores que generan ansiedad. Mantente informado viendo un telediario al día o consultando la web de algún medio fiable una vez al día, pero no necesitas más. Dedica tu tiempo a otras actividades más constructivas y agradables y que no estén relacionadas con este tema para no agravar tus sentimientos negativos.
No te aísles
- Tener que estar en casa no implica tener que estar aislado. Habla a diario con tus amigos, tu familia… intentando aportarles calma y tranquilidad. Pon la tecnología de tu parte y organiza videoconferencias con tus seres queridos para daros ánimos y contaros el día a día.
Por primera vez tienes tiempo, aprovéchalo
- Hay recetas que siempre quisiste probar y nunca has tenido tiempo de ponerte a ello. O pon a funcionar esa máquina de coser que te regalaron hace un par de años y lleva desde entonces en un rincón acumulando polvo. O recupera tu gusto por la escritura o la pintura. Pon la creatividad a funcionar a tu favor, que no todo puede ser estar en el sofá viendo series…
Puedes (y debes) moverte
- Incluso en el salón de tu casa. Descárgate apps de ejercicios, recupera los juegos de consola que se hicieron famosos por hacerte bailar, consulta tutoriales de Youtube… Hacer un poco de ejercicio cada día te ayudará a combatir el estrés y la ansiedad.
Pide ayuda a tu red de apoyo
- No eres superman ni tienes por qué. El confinamiento puede generar malestar psicológico y puedes tener malos momentos. No pasa nada. Reconoce los sentimientos negativos, respira hondo y pide ayuda a tu red de apoyo. Tampoco está de más que reserveis en familia un “espacio seguro”: un sitio al que acudir cuando empezamos a sentir que las emociones nos sobrepasan para estar solos cinco minutos y poder practicar algún tipo de respiración relajante hasta que pase lo peor.
Mantén un horario, especialmente si hay niños en casa
- Nada de dejar de ducharte, comer cuando tengas hambre como si no existiera el reloj o ponerte a limpiar los baños a la una de la madrugada. Tienes que establecer una nueva rutina porque dotar al día de estructura nos ayuda a gestionar el estrés. La rutina y la planificación son imprescindibles en estos momentos y si hay niños en casa, más. Establece con ellos un horario, por ejemplo, por la mañana hay que hacer deberes, después de comer un rato de videojuegos y, por la tarde, una actividad familiar (que puede ser desde jugar al parchís todos juntos a organizar una sesión de cine en familia). Y hazles cómplices del primer punto: que ellos se queden en casa y colaboren también es un acto de responsabilidad del que tienen que estar orgullosos.
Es hora de practicar mindfulness
- En circunstancias como las actuales tendemos a proyectarnos en el futuro y esperar lo peor de él. No anticipes y menos aún si es para darte un paseo por un mundo posapocalíptico imaginario. Es hora de centrarse en el presente y en las cosas que sí puedes hacer porque están bajo tu control.
Cuídate mucho, mucho, mucho
- Practica el autocuidado. Exponte todos los días 20 minutos a la luz del sol cada día (si no tienes terraza basta con una ventana), come sano, sigue unos horarios para levantarte y acostarte… en definitiva, cumple con los parámetros de una vida sana. Ya sabes, mens sana in corpore sano.
Evita el modo paranoia
- Si eres de las que disfruta pensando que “no nos cuentan toda la verdad”, por favor, haz una pausa en el argumento de tu capítulo paranoico unipersonal (y mucho menos difundas tus teorías por internet o las redes). La información está ahí, accesible a todo el mundo. Con estar en casa, mantenerte sana y activa y cuidar de los tuyos, tienes bastante como para añadir a la lista una teoría de la conspiración ¿o no?
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