21 escenas de películas visualmente increíbles que nos emocionan
Se conoce como el Síndrome de Stendhal (‘stendhalazo’ para los amigos) a esa palpitación que sentimos en el pecho cuando nos plantamos delante de una obra de arte (desde una pintura a una película) y sentimos que su belleza nos inunda por completo. No es algo que nos ocurra cada semana: son momentos especiales que, en el cine, se traducen en películas o escenas que nos dejan completamente embobados. Está claro que cada espectador vivirá este fenómeno con imágenes distintas, porque gustos hay de todos los tamaños y colores, pero aquí vamos a recopilar algunos momentos indiscutiblemente espectaculares que nos ha regalado el cine y que nos emocionan cada vez que los volvemos a ver.
En efecto, estas son algunas de las escenas más arrebatadoramente bellas del cine. Ojo, este no es un ránking ni una lista de ‘mejores’. No es un espacio para discutir por qué algunas están y otras no, porque no es una lista definitiva. Es un espacio para abrir debate y animar a que cada uno recuerde ese momento mágico que vivió en la sala de cine o en el salón de casa.
No solo es considerada una de las mejores películas de la historia del cine, sino también una de las más visualmente bellas. Solo le hacen falta unos minutos para sumergirnos en este universo sugerente de matrimonios en decadencia, infidelidades y (re)despertar sexual. Los colores, la música y la cámara lenta convierten esta escena en particular en una de las más icónicas del filme, dirigido por Wong Kar-Wai.
La última película del ahora fallecido Isao Takahata dejó constancia de que, si bien Hayao Miyazaki siempre acapara toda la atención en el Studio Ghibli, el director y cofundador del estudio nipón era un auténtico maestro. ‘El cuento de la princesa Kaguya’ sigue explorando el estilo de ‘Recuerdos del ayer’ adaptando un famoso cuento popular japonés en el que la princesa Kaguya de la Luna vive experiencias entre humanos. En esta escena, la protagonista explota por las limitaciones de su vida de mujer noble y escapa, dejando un rastro de telas a su paso y con el trazo del dibujo completamente descompuesto.
Aunque esta siempre será una película condenada a polarizar las opiniones, entre los que la consideran una pretenciosidad y los que la califican de obra maestra, hay algo que no se puede negar: es visualmente arrebatadora. El no muy prolífico Terrence Malick firmó una de las películas más fascinantes y ambiciosas del siglo XXI, en la que nos mostró, entre otras cosas, la génesis del universo. Esta escena es todo un poema en imágenes que recuerda a los planetas bailando el vals en ‘2001: Una odisea en el espacio’. Aun así, Malick forma su propia fantasía visual. Y es increíble.
De entre las películas de la filmografía de Andrei Tarkovsky podríamos haber seleccionado muchas escenas, desde los paisajes vacíos de ‘Stalker’ hasta las ruinas de la guerra en ‘La infancia de Iván’, pero nos quedamos con esta inquietante escena de ‘El espejo’, una de sus películas más personales y visualmente espectaculares. El momento está lleno de símbolos y metáforas, con una casa inundada y en descomposición.
Sí, Terrence Malick siempre se ha caracterizado por componer pura poesía visual, con imágenes de esas que nunca pasan de moda, que nunca pierden ni un ápice de su belleza. En ‘Días del cielo’, nos lleva a una plantación de trigo con Richard Gere, Brooke Adams y Sam Shepard que, en esta escena, ven cómo el campo es atacado por una plaga y finalmente se reduce a cenizas.
Pocas películas han logrado reproducir en la gran pantalla con tanto acierto como ‘Spider-man: Un nuevo universo’ el lenguaje del cómic. Así, el superhéroe de Marvel cobra vida (y en diferentes versiones) en este filme convertido en clásico instantáneo, y que contiene una escena increíble que marca el punto de inflexión para su protagonista, Miles Morales. Es su salto de fe, el verdadero paso que le falta para convertirse en un superhéroe de pleno derecho.
Cada elemento colocado en esta película de Jane Campion funciona a la perfección, y el resultado es una de las películas más bellas jamás rodadas. Ayuda la increíble música y un relato lleno de silencios y emociones contenidas, pero son las imágenes de escenas como las de la visita a la playa las que le han ganado un puesto en esta lista. Es una escena preciosa, liberadora y visualmente fantástica.
Alfonso Cuarón es otro de esos directores conocidos por elevar las imágenes de sus películas a otro nivel. De ‘Los hijos de los hombres’ a ‘Gravity’ (que también podríamos incluir en esta lista), ha demostrado un don para narrar en imágenes, pero es esta escena de ‘Roma’ la que realmente se nos quedará para siempre grabada en la retina. Aunque no sabe nadar y está aterrada, Cleo (Yalitza Aparicio) entra en el agua de la playa para rescatar a los niños que cuida, y la cámara la sigue en todo ese angustioso momento. Al salir, se forma este abrazo, uno de los planos más icónicos de la película.
Con toques surrealistas dentro del retrato histórico del siglo XVI, Kenji Mizoguchi firmó una de sus mejores películas con ‘Cuentos de la luna pálida’, también una de las cintas más aclamadas de la edad dorada japonesa de la posguerra. En esta, una mujer, que ha sido abandonada por su marido, decide tomar una barcaza en mitad de la noche con sus hijos y dejar atrás el pueblo. La ambientación es terrorífica y acompaña perfectamente a la soledad, la oscuridad y la falta de claridad que está viviendo la protagonista.
El imaginario visual de esta película de Charles Laughton sigue siendo, más de medio siglo después, increíblemente inquietante. Robert Mitchum interpreta a un cruel criminal en busca del botín de un atraco, pero solo dos niños saben dónde está. En su persecución, encontramos esta escena: los pequeños escondidos en un establo y Mitchum cruzando en el horizonte a contraluz sobre un caballo. Una figura amenazante en la distancia que ejemplifica a la perfección el juego de luces y sombras que vemos en el resto de la película.
Esta producción de la India con Tarsem Singh a la dirección, Dan Gilroy al guion y Lee Pace como protagonista es ampliamente considerada una de las películas más visualmente espectaculares de la historia del cine. Para encontrar las razones solo hay que ver sus imágenes: una explosión de colores, composiciones bellísimas, ambientación impecable y coreografías hipnóticas. Esta escena de la boda es solo una pequeña muestra de las muchas maravillas que esconde la producción.
Seas de los que amaron o de los que odiaron esta oscarizada película de Damien Chazelle, si algo hay en lo que muchos podrán encontrar un terreno común es en la grandeza de esta escena final. Aunque la historia no encontrase un final feliz para el amor de la pareja protagonista, interpretada por Emma Stone y Ryan Gosling, sí nos dejó con la posibilidad del mismo. El resultado es un clímax final donde todos los elementos llegan a su máxima intensidad, en esa vida no vivida, esa vida que pudo ser y no fue, pero que tiene la magia de las mejores películas del Hollywood clásico.
Esta obra de Sergei Parajanov se ha ganado un puesto entre las películas más hermosas de la historia del cine. Así que esta vez no nos referimos solo a una escena visualmente increíble, sino a toda una película. Cómo podríamos quedarnos con una: cada composición visual que el director presenta, correspondientes a diferentes episodios de la vida del poeta armenio Sayat Nova, son una maravilla.
La filmografía de Paul Thomas Anderson está llena de momentos espectaculares, desde ‘Boogie Nights’ hasta ‘El hilo invisible’. Pero si nos tenemos que quedar solo con una, viajamos hasta las tierras de ‘Pozos de ambición’ para recuperar esta increíble escena, donde el protagonista (interpretado por Daniel Day-Lewis) batalla contra la mismísima naturaleza para hacer negocio. El fuego se ha desatado en su extracción de petróleo, y tras muchos intentos de apagarlo, se sienta delante a observar lo incontrolable.
La película más personal del maestro Federico Fellini empieza con esta onírica escena que empieza con un momento claustrofóbico dentro de un coche y acaba entre las nubes. Es de una belleza increíble, e incluye el famoso plano del pie agarrado con una cuerda que impide que el soñador siga volando libre. La escena acaba con ese amargo despertar, y así empieza la historia de este director de cine que atraviesa una crisis creativa.
Tras una mítica trilogía, ¿quién se imaginaba que George Miller volvería con una cuarta entrega tardía que se alzaría como la mejor entre todas? Esta ‘Mad Max: Furia en la carretera’ es un espectáculo visual increíble, pura acción adrenalínica sobre un escenario posapocalíptico donde tiene lugar una persecución despiadada. En uno de sus momentos más espectaculares, los protagonistas entran en una tormenta de arena en mitad del desierto, con resultados catastróficos para algunos de los vehículos.
No hay duda de que Nicolas Winding Refn podría tener varias candidatas en esta lista de escenas visualmente espectaculares. Su estilo se desvive por la belleza de las imágenes, aunque, como se le ha acusado en algunas ocasiones, puede ser una belleza vacía. No es el caso de este icónico momento de ‘Drive’, en el que Ryan Gosling y Carey Mulligan parecen comerse con la mirada, con su tensión sexual latiendo en el silencio y, de pronto, una escena de violencia en un ascensor. De la delicadeza a la brutalidad en apenas unos segundos.
¿Cómo decidir qué escena de ‘Ran’ es más visualmente increíble, cuando toda la película en su conjunto es una auténtica obra de arte? Os invitamos a apreciar las maravillas de esta película de Akira Kurosawa, donde un jefe de una ciudad japonesa medieval deja la autoridad en sus tres hijos, que provocan el caos al perseguir objetivos personales y no colectivos. La escena que destacaríamos es la del ataque al castillo, una colisión entre dos ejércitos que acaba con un baño de sangre y con el líder del lugar buscando desesperadamente la manera de sobrevivir.
Esta escena es casi un plano: es muy corta, sí, pero su belleza es incontestable. Michelangelo Antonioni firmó una de sus mejores películas con ‘La aventura’, donde una mujer desaparece misteriosamente mientras pasaba un día con sus amigos y su novio entre las islas sicilianas. En esta escena, su mejor amiga Claudia (Mónica Vitti) se despierta desorientada, abre la ventana y contempla el amanecer. La imagen es bellísima y todo lo que la acompaña es el sonido del viento y la sombra de un misterio.
A pesar de su gusto por la violencia, lo explícito y la polémica, Lars Von Trier ha dejado tras de sí una filmografía llena de imágenes espectacularmente bellas. Y ‘Melancolía’ es el mejor ejemplo de ello. Los invitados a una boda de enfrentan al fin del mundo, y la única manera de sobrellevarlo es aceptándolo. En esta última escena del filme, Kristen Dunst y Charlotte Gainsbourg se preparan para el final, y de fondo vemos el planeta que lo destruirá todo haciéndose más y más grande.
Tim Burton consiguió establecer un imaginario propio y muy reconocible en películas de toques góticos como ‘Eduardo Manostijeras’, ‘Bitelchús’ y ‘La novia cadáver’, pero fue en ‘Big Fish’ donde apartó momentáneamente su estilo más oscuro y le dio luminosidad. Así, obtuvimos esta preciosa escena, en la que el protagonista interpretado por Ewan McGregor encuentra al amor de su vida en un circo y el tiempo se detiene.
Vía: Fotogramas ES
Fuente: Leer Artículo Completo