5 alimentos que no debes lavar antes de consumir
Vamos a ponerte un ejemplo con el que probablemente te identifiques: vas a cocinar unas setas a la plancha, las sacas primero de la bandeja, las pones en el escurridor, las lavas con agua y, después de escurrirlas, las metes en la sartén. Bien, pues con este procedimiento lo único que consigues es que tu plato pierda aroma y sabor. Pero este no es el único ejemplo de alimentos que no debes lavar. De acuerdo con la OCU, hay otros que tampoco deberíamos sumergir en agua, y no solo por motivos gastronómicos, sino de salud.
«La premisa más importante para evitar intoxicaciones alimentarias es la higiene. Por ello, quizás resulte chocante que desaconsejemos lavar algunos alimentos antes de cocinarlos o consumirlos», comentaba la organización en sus últimas recomendaciones. En el caso de las setas, lo ideal sería limpiarlas con un trapo húmedo. ¿Pero con qué otros alimentos estamos cometiendo error de lavarlos?
Estos son los alimentos que no debes lavar
1. Huevos
Hay quien opta por meter los huevos bajo el grifo antes de cocinarlos, ya que la cáscara viene muchas veces manchada de tierra o con alguna pluma pegada. Pero intentar eliminar esta suciedad con agua puede hacer que ocurra lo contrario de lo que buscamos: nos arriesgamos a estropear el huevo. “La cáscara tiene una fina capa de cutícula que impide que los gérmenes pasen al interior”, explican los expertos. «Si lavas el huevo, podrías eliminarla, haciendo que las bacterias penetren».
2. Carne cruda
Ya sea pollo o carne roja procedente del cerdo o la ternera. En ningún caso se aconseja lavarla antes de cocinar. De acuerdo con un estudio publicado por la Food Standards Agency, lavar el pollo crudo aumenta el riesgo de intoxicación. Aunque en general, la recomendación para no hacerlo se debe a que la carne pierde aroma, sabor, y sobre todo, nutrientes.
3. Ensaladas de bolsa
Y no solo la lechuga, sino todas las verduras que vienen envasadas (espinacas, acelgas, kale…) para ser consumidas tanto crudas, como cocinadas. “Suelen lavarse con algún desinfectante en baja dosis para evitar patógenos, por lo que son bastante seguras”, aclaran desde la OCU. “Así que no tiene ningún sentido que las vuelvas a lavar”. De hecho, si lo haces puede que las contamines con alguna bacteria que pulule por el fregadero.
4. Pescados
Ocurre lo mismo que con la carne: algunos pescados pueden contener bacterias patógenas (aquellas que causan enfermedades infecciosas) que, al entrar en contacto con el agua, podrían expandirse. Por eso los expertos recomiendan evitar lavar el pescado y cocinarlo muy bien para así prevenir cualquier tipo de intoxicación.
5. Legumbres de bote
Y esto es algo que todos hemos hecho alguna vez: abrir el envase de garbanzos o judías en conserva, verter su contenido, escurrirlo y echarles un chorro de agua. Pero, al igual que ocurre con las verduras de bolsa, los expertos coinciden de nuevo en que no tienen ningún sentido hacerlo. El líquido en el vienen las legumbres es comestible (no es más que agua, sal y ácido cítrico), por eso se pueden consumir directamente del bote. No es que suponga un peligro para la salud lavarlas, pero sí podemos arriesgarnos a restarle calidad a sus nutrientes.
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