7 motivos para ver la ‘Rebeca’ de Hitchcock en Amazon Prime Video
El nombre de ‘Rebeca’ ha estado siempre en boca de los buenos amantes del cine. Es una de las obras magnas del maestro del suspense, Alfred Hitchcock, quien a los 40 años rodó una cinta que marcaría un antes y un después en su extensa filmografía de más de 70 películas como director.
Desde hace unas semanas, ‘Rebeca’ se ha abierto un hueco en las conversaciones de los devoradores de cine y series por VOD, ya que el pasado 21 de octubre se estrenó en Netflix su innecesario ‘remake’, protagonizado por Lily James y Armie Hammer. Las críticas no fueron demasiado generosas con la película, que la acusaban entre ‘sosa’ y ‘herejía’.
Bien, pues después de que, como tantas otras cosas de este año, la ‘nueva Rebeca’ haya pasado al listado de ‘las malas noticias de 2020’, hacemos borrón y cuenta nueva y recordamos que es el momento de volver a disfrutar de la auténtica ‘Rebeca’, la de Hitchcock. De nuevo si no la has visto y por primera vez si tienes ese ‘imperdonable’ hueco en tu cultura cinematográfica.
Estos son cinco motivos para disfrutar ahora en Amazon Prime Video de esta maravillosa película de hace 80 años.
Porque es la única obra de Hitchcock que se llevó el Oscar a la mejor película
Nada menos que 11 nominaciones al Oscar cosechó Alfred Hitchchock en 1940 con ‘Rebeca’: Mejor película, Mejor actor protagonista (Laurence Olivier), Mejor actriz principal (Joan Fontaine), Mejor actriz secundaria (Judith Anderson), Mejor director (Alfred Hitchcock), Mejor guión adaptado (Robert E. Sherwood, Joan Harrison), Mejor dirección artística en blanco y negro (Lyle R. Wheeler), Mejor fotografía en blanco y negro (George Barnes), Mejor montaje (Hal C. Kern), Mejores efectos especiales (Jack Cosgrove, Arthur Johns) y Mejor música original (Franz Waxman).
Finalmente, ‘solo’ se llevó dos estatuillas, la de Mejor película y la de Mejor fotografía en blanco y negro. Parece mentira que, con la relevancia que ha tenido Alfred Hitchcock en la historia del cine, solo se le haya dado un Oscar a la mejor película, pero es que la Academia nunca se ha portado generosamente con él.
El cineasta británico fue nominado como director en cinco ocasiones (por ‘Rebeca’, ‘Náufragos’, ‘Recuerda’, ‘La ventana indiscreta’ y ‘Psicosis’) y jamás le dieron la estatuilla dorada. Eso sí, en 1968 sus colegas de profesión decidieron enmendar el error y concederle el premio honorífico Irving G. Thalberg.
Por cómo transmite el desasosiego
Sorprende lo moderna que se ve a pesar de haber pasado ocho décadas desde que se estrenara. Y no vamos a hablar de ropa o de dirección de arte, ‘Rebeca’ es, tal y como la define Julieta Martialay, directora de ‘Fotogramas’, la «obra cumbre del terror gótico cinematográfico».
«Vanguardista en la forma -esa rompedora dirección de fotografía- y en el fondo, el valor inmortal de esta historia sobre el peso de la ausencia y la lucha por la propia integridad es el desasosiego; una desazón que contagia y que se expande desde el argumento hasta los personajes.
«En el camino tortuoso que lleva a la mansión; en las habitaciones y retratos de la propia Manderley; en la manipuladora y desquiciada señora Danvers; en el embaucador amante; en la ausencia de nombre de la protagonista…. en su famosa chaqueta … Incluso resulta inquietante, durante la idílica luna de miel, esa gota de mermelada que cae involuntaria en el pantalón de un semi comunicativo Laurence Olivier (mancha no prevista en el guion y cumbre de la improvisación y del realismo en el cine)», concluye Martialay.
Por cómo aborda la culpa
Juan Luis Sánchez es crítico de cine en el diario digital Decine21 y autor de libros como ‘Audrey Hepburn: Icono de la gran pantalla’ o ‘¡Una de vampiros!’ y explica con mucho humor que, para él, es la mejor película que ha visto sobre la culpa. «Una dama de compañía de tres al cuarto (que no tiene ni nombre en la peli de lo insignificante que es) se siente como un bicho por haber dado el braguetazo del siglo, al casarse con el aristócrata inglés Maximiliam de Winter», explica.
«Ni ella misma se cree que haya reemplazado a la difunta señora De Winter, por lo que se obsesiona muchísimo con ella, hasta el punto de que la ve en todas partes, y no deja de sentirse una mierda a su lado», añade.
Por la maravillosa interpretación de Judith Anderson
Fue nominada a Mejor actriz secundaria y qué lástima que no se lo dieran (en descarga de la academia diremos que se lo llevó otra gran intérprete, Jane Darwell, por su papel en ‘Las uvas de la ira’). Como explica Sánchez, «la genial interpretación de Judith Anderson, en la piel de este personaje, quizás sea lo mejor de la peli. No camina, flota sobre el suelo, y da mucho miedo». A modo de curiosidad, Anderson apenas pestañea a lo largo de toda la película, una indicación que le dio Hitchcock.
Tenía 43 años la actriz estadounidense de origen australiano cuando interpretó el papel con el que pasaría a la historia del cine en su segundo largometraje. Antes, había dedicado gran parte de su carrera al teatro. Luego llegarían muchos otros roles inquietantes como el de las películas ‘Diez negritos’, ‘Laura’ (Otto Preminger), ‘El extraño amor de Marta Ivers’ o ‘La gata sobre el tejado de zinc’.
Por la fantástica adaptación de la obra original
‘Rebeca’ es en realidad una novela, la tercera escrita por la autora británica Daphne Du Maurier, que había sido publicada unos años antes, en 1938. La novela fue un éxito pero el editor, Victor Gollancz, lo vislumbró al leer el manuscrito pues dijo: El nuevo libro de du Maurier contiene todo lo que el público quiere». Ganó el National Book Award en Estados Unidos a la novela favorita del año.
Es curioso que por ‘Rebeca’, la autora fue acusada de plagio porque el argumento de su novela se parecía a la obra ‘La sucesora’, de la brasileña Carolina Nabucco, escrito en 1934. Un pequeño escándalo que no quitó para nada la relevancia a posteriori del manuscrito de DuMaurier.
«Me fascina lo fiel que llega a ser Alfred Hitchcock a la novela de Daphne DuMaurier, que leí muchísimo después de ver el film por primera vez. La única diferencia es que Max haya matado a su primera mujer, incitado por ella misma. Al parecer, el Código Hays, la autocensura de los estudios de la época, impedía que un asesino no pagara por su crimen y acabara felizmente con su nueva pareja, por lo que hubo que modificarlo», aporta Juan Luis Sánchez.
Por la capacidad de Hitchcock de narrar con poca cosa
Hitchcock era un director enorme y solo por verle en su mejor momento vale la pena volver a ‘Rebeca’, como asegura Roger Salvans, redactor jefe de ‘Fotogramas’: «Desde que descubrí la cinta en uno de esos ciclos de clásicos que hace décadas programaba el segundo canal las noches de los lunes, lo que más me ha fascinado de ‘Rebeca’ es esa capacidad tan hitchockiana de narrar solo con la mirada, de contar sin necesidad de explicitar nada, de sugerir y dejar que seamos nosotros, los espectadores, los que entendamos qué hay detrás de ese mar que golpea rabioso los acantilados y cómo la pasión se esconde detrás de una puerta cerrada».
Dicen que el británico era un director quisquilloso, problemático y con sus cosas, pero como aclara Salvans «qué más da que Hitchcock tuviera que lidiar con un Laurence Olivier contrariado porque, vaya, no pudo colocar a su Vivien Leigh en el reparto o que las rebecas que luce Fontaine en el film no brillen en el technicolor impostado con el que Ben Wheatley filma su nueva versión: el fantasma de la Rebeca original sigue ahí, esperando a que soñemos que regresamos a él», concluye.
Porque las comparaciones son odiosas
Hay cosas que se deben dejar donde están. Si has visto la nueva ‘Rebeca’, la dirigida por Ben Wheatley y protagonizada por Armie Hamer, Lily James y Kristin Scott Thomas, sabrás de lo que estamos hablando: «Me hizo llegar a la conclusión de que don Alfred era aún más grande de lo que ya pensaba», comenta el crítico de Decine21.
«En una de las mejores escenas del film original, el personaje de Joan Fontaine recibe una llamada telefónica de alguien que pregunta por la señora De Winter. En lugar de contestar, responde: “Me temo que su interlocutor ha cometido un error. La señora de Winter lleva muerta más de un año”, explica, porque sabe perfectamente que ella no es en absoluto la señora de Winter. Lo mismo le ocurriría a Ben Wheatey si alguien le llama por teléfono y le dice que quiere hablar con el director de ‘Rebeca’. “Lo siento, pero ese señor británico tan genial lleva muerto cuarenta años”, diría», explica con humor Juan Luis Sánchez.
Según Julieta Martialay, «la ‘Rebeca’ de Hitchcock hermosa y vital, adelantada a su tiempo, revolucionaria e inmune al paso de los años era es y seguirá siendo una película joven». En palabras del crítico de cine Sánchez, ‘Rebeca’ es «un clásico cautivador, que se te queda en la cabeza para siempre; tienes la necesidad de volver a verlo de vez en cuándo y disfrutarlo». Para Salvans, si el tópico dice que el culpable siempre regresa al escenario del crimen, yo, a poco que puedo, vuelvo a Manderley». Pues hoy te toca a ti.
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Vía: ELLE ES
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