Ana Oramas, la relación con los Borbones de la diputada que dirá ‘no’ a Pedro Sánchez

“Verdades como puños”, reza dice el perfil de Twitter de Ana Oramas, la única diputada que, de momento, ha sorprendido con su intención de voto en el debate de investidura de Pedro Sánchez. La representante en el Congreso de Coalición Canaria se ha saltado la decisión de su formación, que había dicho que se abstendría en la investidura, y anunció que votaría no a la candidatura del socialista.

“Soy mandona”, ha declarado en más de una ocasión, rasgo de su carácter que atribuye a ser la mayor de diez hermanos. Optó por estudiar Economía siguiendo los pasos de Antonio, su padre, que era hermano de Leoncio Oramas, quien a su vez fue amigo de Don Juan de Borbón, abuelo del rey Felipe VI. Ani, como la conocen en su familia, tenía siete años cuando comió por primera vez con el conde de Barcelona, tal como recoge la periodista Ana Romero en su libro El rey ante el espejo. Fue en la casa familiar de La Laguna (Tenerife), localidad de la que Ana Oramas ejerció como alcaldesa durante diez años.

La relación era frecuente porque Leoncio había formado parte del Consejo Real tenía Don Juan en Estoril y era un borbonista declarado, algo que también ha sido Ana, aunque ella no ha dudado en criticar a Don Juan Carlos, hoy rey emérito, cuando se conoció el incidente de su viaje a Botsuana.

Sangre gallega

Antes de militar en Coalición Canaria pasó por la UCD, y los analistas la describen como una política tenaz y comprometida con su trabajo. Tanto que cuando en 2018 falleció su padre, no dudó en acudir a Madrid para votar los presupuestos que tenía que aprobar el gobierno de Mariano Rajoy. Por cosas como esa, ha dicho más de una vez que la política tiene un alto coste personal, algo que escenificó cuando en 2008 repitió mayoría absoluta como alcaldesa de La Laguna, pero renunció al puesto “para darle una oportunidad a la familia”.

En ese sentido, en el mismo hemiciclo donde ha dado la sorpresa a Pedro Sánchez, aún se recuerda el discurso de despedida que le dedicó a otro socialista, José Luis Rodríguez-Zapatero: "Nosotros nos perdimos muchas cosas de la vida de nuestros hijos, pero ahora quedan un montón de momentos. Se lo merece a nivel humano y personal”. La suya la formó con Pablo Nieto Peña, un abogado con el que se casó en 1992 y con quien tiene una hija, María Peña Oramas, que trabaja en la tabacalera Phillip Morris, como indica su perfil de la red profesional Linkedin. El marido de la diputada ha tenido también varias responsabilidades públicas, entre otras, la de ser gerente de Visocan, la empresa pública de vivienda protegida de Canarias.

Esa relación con la tarea pública no es extraña para Oramas, cuyo abuelo, también llamado Leoncio Oramas, fue nombrado por el gobierno de Primo de Rivera director de las Concesiones de Transportes Mecánicos de Pasajeros de Tenerife y más tarde se le concedió la explotación de una de las líneas de guaguas (autobuses) de la isla tinerfeña. Pero Ana Oramas, además de canaria, tiene sangre gallega: la de su madre, Ana González-Moro, una señora de la burguesía coruñesa que tuvo una escuela de cocina donde la propia Ana trabajó un tiempo cuando era joven. González-Moro es, junto a sus tres hermanas, poseedora de una valiosa colección de moda antigua –contiene ropa interior, vestidos de novia, de fiesta y de bebé que abarcan de 1850 a 1950– que han cedido en varias ocasiones a exposiciones celebradas en el Museo de Historia de Tenerife o el Museo Sorolla, lo que demuestra el valor y la relevancia de las piezas.

Una oradora dura

En el hemiciclo donde ha dado la sorpresa con su anuncio de votar en contra de la investidura de Sánchez, Oramas tiene fama de oradora resuelta. El año pasado se la acusó de clasista tras replicar de este modo a la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero durante el debate de los presupuestos: “Vaya mitin, señora ministra, pero esto no son las Tres Mil Viviendas de Sevilla sino el Congreso de los Diputados”, dijo en referencia al humilde barrio de la capital hispalense.

También se ha enfrentado con dureza en varias ocasiones a Pablo Iglesias,hoy socio de Sánchez, a quien llegó a tachar de usar un “tonito machista” para dirigirse a ella en el Parlamento. Las tensiones entre ambos siempre han sido evidentes en el hemiciclo y quizás tenga algo que ver la falta de afinidad y feeling con el que va a ser vicepresidente del Gobierno uno de los motivos por los que Oramas ha decidido saltarse la decisión de su partido y ha dicho "no" a la investidura del ahora presidente en funciones.

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