Borja Sémper: Yo me he sentido cómodo en un partido donde existían Alfonso Alonso y Cayetana Álvarez de Toledo
"Una de las cosas que más me espanta es el político que se va y no se acaba de ir", dijo el invitado del Desayuno Informativo de Vanity Fair celebrado en el Hotel Orfila de Madrid, Borja Sémper. De ese modo, arrancaba con el leitmotiv de toda su exposición: ni piensa volver, ni quiere ser el "típico político que se marcha y desde fuera, le dice a los demás lo que deben hacer". Pero es difícil que no lo haga, al menos ahora, que no hace ni un mes que anunció su su retirada de la política.
En su comparecencia, el ex popular quiso dejar claro que lo suyo es un verdadero cambio de vida."La política está instalada en un momento en el que la duda no está bien vista. Hay que tener ideas claras y concretas sobre todo y yo creo que la vida está llena de grises y claroscuros", dijo en referencia a la incomodidad que le produceel momento que vive el panorama público en España.
Nada más empezar, Sémper recordó el momento en que con 14 años vio el cuerpo de un policía nacional tirado en el suelo asesinado por ETA. "Eso marca", dijo un tanto emocionado y haciendo hincapié en que se presentó a la lista del ayuntamiento de su ciudad, Irún, porque "no había nadie que se presentara". Así explicó por qué entró tan joven en política: "Era normal, no teníamos cargas familiares, cargas entendidas como posibles daños colaterales".
Ahora que tiene familia –su pareja es la actriz Bárbara Goneaga y tiene cuatro hijos– su situación ha cambiado y es evidente que quiere otra vida. Alberto Moreno, director de Vanity Fair le preguntó si volviera lo haría con el mismo partido. "Me dijeron cuando me presenté a la alcaldía de San Sebastián que estaba ocutlando de dónde venía porque no usé las siglas del PP. Eso era absurdo. Lo que hice fue afrontar unas elecciones municipales en las que lanzar un mensaje: donde menos importante son unas siglas es en unas municipales". Y habló de que la "marca no estaba en su mejor momento y no quería que produjera rechazo entre un electorado variado para el que tendría que gobernar en su conjunto".
Ante la insistencia del entrevistador sobre si volvería, Sémper se refirió a su fichaje por EY, la empresa en se desarrollo tecnológico en la que ha empezado a trabajar como director de Relaciones Públicas este mismo mes de febrero. Y no quiso especificar si otros partidos le habían abierto las puertas tras anunciar su retirada, aunque no ocultó que sí hubo ofertas.
Elecciones en el País Vasco
Sobre el anuncio de elecciones anticipadas en el País Vasco, declaró que "son las más importantes desde las de Juan José Ibarretxe". También hizo una defensa de Alfonso Alonso, al que vio como candidado a esos comicioes porque "es el mejor del País Vasco y así lo quieren los compañeros del País Vasco. Otra cosa sería sorprendente".
Sobre la coalición entre PP y Ciudadanos opinió que esa coaliciíon debería ser una alternativa no un frente contra el nacionalismo. "No es una cuestión semántica, es una declaración de principio. El PP tiene que ser una alternativa". Los periodistas insistieron en el hecho de que Alonso pueda quedar relegado, pues las informaciones que apuntan a que el popular está recibiendo fuego amigo, lo que propició una respuesta clara: "Los partidos políticos no deberíamos ser sectas y por eso me he sentido cómodo en un partido donde existía Alfonso Alonso y Cayetana Álvarez de Toledo".
Eso sí, dejó claro que quienes "no tiene problemas con su candidatura es Ciudadanos". Insistió en eso sin añadir nada más. "Lleva 25 años jugándose la vida, merece una consideración de ajenos y de propios", recalcó con un gesto de pesar, como si eso no estuviera siendo así del todo y a él le constara.
En ese extremo, sí se atrevió a criticar a su antiguo partido: "No parece una buena estrategia poner en duda a un candidato en público, que afloren nombres alternativos al del presidente actual del PP en el País Vasco. Ha sido poco edificante". En ese sentido, le parece que la política tiene un serio problema en captar a gente. "Cuesta encontrar a alguien que sea capaz de liderar, para que el votante no se tenga que conformar con votar al menos malo".
En todo momento se mostró cauto con su actual papel. No quiere ser el político que se va y da lecciones, dijo en varias ocasiones, pero todo el mundo le preguntaba sobre cómo ve su partido y su deriva. A la pregunta de cómo valora el papel de Pablo Casado y la irrupción de Vox, se mostró optimista con el futuro de Casado, a quien cree que no se dejará arrastrar por "una formación de corte nacionalpopulista que viene a trastocar el tablero ideológico usando uno terminología agresiva y de trazo grueso. No podemos dejarnos arrastrar", dijo usando el plural.
Sobre el nuevo gobierno
Moreno le preguntó sobre qué le parece que dos partidos que habían estado enfrentados –Podemos y PSOE– ahora hayan podido formar gobierno. Fue el momento en que se mostró más crítico: "Aquí no opera el principio de contradicción: uno puede decir una cosa hoy y exactamente la contraria al día siguiente. Y dos días después, lo mismo". Se mostró irónico, pero conciliador: "Creo que afecta a políticos de todos los espectros. El acuerdo de gobierno fue sorprendente, pero por el bien de todos, espero que salga bien".Más adelante reconoció que le parece que el PP tiene trabajo por delante, pues le augura una vida larga al nuevo Ejecutivo formado por Pedro Sánchez
Sobre polémicas como la del pin parental, Sémper expresó sus inquietudes sobre la educación en España: "La competitividad, por ejemplo, no debates raros, ni cuestiones de heteros, lesbianas o gays. Estoy rodeado de gente con niños escolarizados en colegios privados, públicos y concertados y los niños vienen con suspensos, no con ideas raras del colegio". Sobre el partido de Santiago Abascal, aseguró: "Me parece un partido muy previsible", dijo y aseguró que no tiene recorrido en el País Vasco y que no le preocupa.
Sobre la mesa de diálogo del Gobierno actual con los independentistas catalanes, se mostró más conciliador. "En el tema de Cataluña hay que tener en cuenta a la otra mitad de la población. Me sorprende de quienes menos se habla es de los no independentistas".
Para terminar, poesía: "¿El título de su último poemario Madilto desamor está relacionado con su fin en la política?", le inquirió Moreno a lo que él contestó sonriendo: "Con la vida en general".
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