Club de Lectura Glamour, día 9: una historia sobre mujeres escrita por el hombre que las amaba a todas

Dichoso Bukowski. Su nombre salía en casi todas las conversaciones sobre libros que manteníamos en los pasillos de la facultad. Siempre sospeché que aquellos que decían adorarlo lo hacían por pura pose y lo que afirmaban que era un machista y que sus novelas eran demasiado sucias y que en ellas había demasiado sexo, también. Amar u odiar a Bukowski. Me aburro.

Por aquel entonces yo no había leído nada de Bukowski. Me estrené años después con la carrera de Periodismo bien acabada y con este libro: Mujeres. Me gustó, tampoco me encantó, pero no lo odié. Con Bukowski, como con casi todo, también existen los puntos intermedios.

© Fotografías: GettyImages y cortesía de Casa del Libro/ Ilustración: Mar Lorenzo.

Henry Chinaski, álter ego del autor, es un escritor cincuentón, bebedor y solitario al que se le ofrecen muchas mujeres, montañas de ellas, en recitales, firmas de libros, por teléfono, en casas de amigos… Y él mantiene relaciones con todas o casi todas. Es decir, estás a punto de embarcarte en un maratón sexual y emocional de más de trescientas páginas ambientado en Los Angeles y protagonizado por unos personajes que se abrazan, se emborrachan, se acuestan, se hacen daño, se dicen cosas horribles y se aman. Él y ellas.

Aviso para los valientes navegantes: leer a Bukowski es adentrarse en el Realismo Sucio, un movimiento literario que surgió en Estados Unidos durante la primera mitad del S.XX y que tiene como principal objetivo contar las cosas sin adornos, tal y como son o tal y como el autor las ve. A medida que avances en la lectura de Mujeres te darás cuenta que apenas hay adjetivos y adverbios, y que la mayoría de las frases son cortas y se separan por puntos y seguidos. Los escritores de esta corriente, como el propio Bukowski, Fante, o Salinger, solían trabajar de una manera muy impulsiva, dejándose llevar por el ritmo de las palabras, sin parar y sin hacer correcciones. Escribían como si entraran en trance en una pista de baile, como si estuvieran parloteando sin cesar con una cerveza de más –y la mayoría de las veces, lo estaban–.

© Cortesía Paco Rabanne

Libro «Mujeres». COMPRAR.

Lo mejor: no hay página que no obligue a reaccionar al lector, a quien además enfrenta con su propia tolerancia, sus prejuicios y una incómoda verdad sobre las relaciones entre hombres y mujeres. Bukowski exige mucho a quienes le leen, pero él también se ofrece en carne viva, así que podría decirse que hay un empate técnico.

Aunque para mí lo mejor de esta novela es cómo está narrada. Si ahora regresara a una de esas conversaciones sobre libros en los pasillos de la facultad, diría que Bukowski ni me ofende ni me parece valiente ni el autor más genial de todos los tiempos, simplemente me gusta cómo escribe. Es un hombre auténtico que se esforzó por contar historias de manera auténtica. A él también he de agradecerle que me descubriera a Céline y Fante. En fin, Bukowski es muchas cosas como para limitarse a amarlo u odiarlo. Hay que leerlo.

Lo peor: que tu policía de la moral interior te impida avanzar en la lectura. No te dejes impresionar.

Nuestros periodistas recomiendan de manera independiente productos y servicios que puedes comprar o adquirir en Internet. Cada vez que compras a través de algunos enlaces añadidos en nuestros textos, Condenet Iberica S.L. puede recibir una comisión. Lee aquí nuestra política de afiliación.

Fuente: Leer Artículo Completo