Cómo bañar al bebé: lo que se debe hacer y lo que no

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    Cuando el recién nacido llega a casa todo es nuevo y, aunque muy emocionante, también surgen miedos al tener que enfrentarnos por primera vez a situaciones que acabarán convirtiéndose en algo cotidiano. El baño es uno de esos momentos: aparecen los miedos a que el bebé se nos resbale de las manos, a que se lastime, a no bañarle correctamente…Hay que tener en cuenta ciertas cosas que se deben hacer y que no para bañar al bebé, sobre todo al principio.

    Lo que no se debe hacer

    -Es importante saber que la Organización Mundial de la Salud aconseja retrasar el primer baño hasta pasadas las primeras 24 horas: “el baño se debe retrasar hasta 24 horas después del nacimiento. Si esto no es posible por motivos culturales, el baño se debe retrasar al menos seis horas”. Por tanto, no se debe bañar al bebé antes de ese plazo, de hecho, los expertos recomiendan esperar unas 48 horas.

    -En la Guía de Cuidados del Recién Nacido del Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid) inciden en esa idea y dan algunas orientaciones más: “el mejor cuidado en las primeras horas consiste en evitar las pérdidas de calor, no retirar el vernix, no bañar ni limpiar con jabón y evitar la irritación o el traumatismo de la piel. La limpieza de los restos del parto de la cabeza y del meconio adherido a la zona perianal puede hacerse con agua templada y una esponja suave o con una mínima cantidad de jabón neutro sin aditivos. A partir de las 48 horas, cuando la adaptación se ha completado con éxito y hay menos riesgo de hipotermia, puede empezar a hacerse un baño diario por inmersión en las condiciones adecuadas, sin jabón o con una mínima cantidad de un jabón adecuado no perfumado”.

    -Muchos expertos recomiendan evitar los baños de inmersión y optar por los baños de esponja hasta que el cordón umbilical se haya caído: La Academia Americana de Pediatría recomienda «los baños de esponja hasta que el muñón del cordón umbilical se caiga, lo que generalmente sucede al cabo de una semana o dos». Esto no significa no bañar al bebé, de hecho la higiene es esencial, lo que quiere decir es optar por una higiene con esponja y menos inmersión durante ese periodo.

    Destacados esos primeros errores en el baño que son frecuentes y están más orientados a recién nacidos, hay otras cosas que no se deben hacer en ningún momento del baño del bebé independientemente de la edad del mismo:

    • No se debe dejar solo al bebé durante el baño en ningún momento: en cuestión de segundos puede producirse un accidente fatal.
    • No se debe introducir al bebé en el agua sin haber comprobado la temperatura antes: deberá estar entre 34º C y 38º C. Podemos comprobarla con el codo o la parte superior de la mano y debe sentirse tibia, pero no caliente.
    • Otro error es no tener en cuenta la temperatura del baño o habitación en la que se le desnuda: hay que evitar las corrientes de aire y la temperatura ideal es alrededor de 24 grados.
    • Otra mala práctica es no preparar toda la ropa y productos necesarios antes. Hay que tenerlo todo preparado y a mano antes de iniciar el baño del bebé: toalla o capa, jabón específico, esponja, pañal limpio, crema para el culete y cambio de ropa.
    • Otro error frecuente es no secar bien al bebé después del baño.

      Cómo bañar al bebé: lo que se debe hacer

      Para bañar al bebé correctamente hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones y pasos a seguir:

      -Es importante, como ya hemos señalado, comprobar la temperatura de la habitación (alrededor de los 24º) y del agua (en torno a los 37º).

      -Como decíamos antes, no se debe dejar al bebé solo durante el baño en ningún momento, por eso, es fundamental tener todo lo necesario para su baño preparado previamente y a mano.

      -Antes de meter al bebé en la bañera es fundamental limpiar bien su culito y el área del pañal.

      -Una vez en el agua, es necesario sujetar bien al bebé durante el baño, prestando especial atención a la postura en la que ponemos al bebé, vigilando bien el cuello y la cabeza. Si realizamos el baño solos, una buena técnica es colocar un brazo en la espalda del bebé de manera que apoye su cabeza en el antebrazo, sosteniéndolo por la axila y hombro.

      -Es básico seguir un orden lógico en el lavado, es decir, se empieza por la cabecita, cara, cuerpo y por último los genitales. El lavado debe ser suave, sin frotar, puesto que su piel es delicada.

      -Hay que utilizar productos de higiene suaves y específicos para bebé, para evitar alterar el pH de su piel. Lo ideal es que sea jabón neutro o syndets (jabones sin jabón) y recurrir a un generoso aclarado.

      -Los baños, sobre todo al principio, deben ser cortos. Hay que sacar al bebé del agua antes de que esta se enfríe.

      -Finalizado el baño, hay que secar bien todo el cuerpo, prestando especial atención a las zonas con pliegues (la humedad aumenta el riesgo de hongos en el bebé).Lo mejor es utilizar una toalla suave, preferiblemente de algodón y hacerlo mediante toquecitos.

      ¿Hay que bañar al bebé todos los días?

      Una de las preguntas más frecuentes de los papás y mamás ante los baños del bebé es con qué frecuencia deben ser. Hay que tener en cuenta que para un recién nacido, dos o tres veces a la semana es suficiente, pero hay que mantener el área del pañal limpia y lavar sus manos, cuello y rostro varias veces al día.

      Tal y como explica Lucía Galán, más conocida como Lucía, mi pediatra en su libro El gran libro de Lucía, mi pediatra “No es necesario bañar al bebé todos los días. Si lo haces y compruebas que le relaja y su piel no se ve afectada, ¡adelante! Si, por el contrario, el bebé llora mucho y no disfruta, con que lo bañéis dos o tres veces por semana es suficiente”.

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