Daghan K\u00fclege\u00e7 de \u2018Amar es primavera\u2019: \u201cNunca imagin\u00e9 que me entrevistar\u00eda una revista espa\u00f1ola\

Nacido hace 41 años en Estambul, Daghan Külegeç procede de una familia de artistas y, aunque nunca había pensado ser actor, su vida siempre ha estado vinculada con el mundo de la televisión y la publicidad. Con su madre, Ayse Erbulak, conocida actriz y escritora, ha creado la empresa Erbulak Acting and Writing House y dirige una editorial.

¿Qué importancia tiene Amar es primavera en tu carrera?

Es una de las mejores producciones donde he trabajado que, además, ha tenido repercusión internacional. Aún me sorprendo por ello y me alegra. Nunca imaginé que me entrevistaría una revista española.

¿Qué te atrajo de la novela?

El guion y que nunca había interpretado a alguien adinerado. Pero cuando tuve que llevar chaqueta en un descapotable bajo el sol de agosto, comencé a echar de menos a mis otros personajes. Me di cuenta de que ser rico podía ser difícil (risas).

Describe a tu personaje.

Mete es un tipo decente bien situado socialmente, quizá demasiado bueno para ser real. Resulta difícil encontrar a alguien así hoy, todo el mundo es agradable y malo al mismo tiempo. Por eso entiendo que a las chicas les guste, como en el caso de Öykü [Özge Gürel] al principio de la novela.

Mete y Seyma (Nilperi Sahinkaya) se atraen, pero las diferencias sociales y económicas los alejan.

En mi opinión, el corazón no entiende de eso y, si te enamoras, lo que debes hacer es rendirte a él porque así todo irá bien.

¿Y qué opinas de la relación con Ayaz (Serkan Çayoglu)?

Son amigos de verdad pero, como en todas relaciones, la vida les pone pruebas. Me alegro de que triunfe su amistad.

¿Cómo te llevaste con tus compañeros de reparto?

Muy bien, nos divertimos mucho. Todavía mantenemos el grupo de WhatsApp que creamos durante las grabaciones. Antes de empezar, solo conocía Neslihan Yeldan [Önem].

¿A casi todos ellos les sacabas algunos años?

Sí, para mí es positivo porque eso suele implicar más experiencia. Siempre intento ayudar, tanto dentro como fuera del set. Espero haber hecho un buen trabajo (risas).

Procedes de una familia de actores (abuelo y madre). ¿Estabas destinado a seguir sus pasos?

Nunca pensé en dedicarme a la actuación, de hecho fui asistente de dirección hasta los 26 años. Editaba programas de televisión y publicidad. Pero un día me presenté a un casting y entendí que iba a estar actuando toda mi vida. Me encanta. También trabajé para una compañía de internet probando videojuegos.

¿Fuiste a la universidad?

Estudié Árabe porque era para lo que me llegaba la nota (risas) y en Turquía si no vas a la universidad tienes que hacer el servicio militar, así que lo pospuse. Fui a clase cinco meses y después empecé a trabajar.

¿Qué género te interesa más?

En todos se puede hacer un buen trabajo pero prefiero la comedia, es lo más difícil.

¿Y como espectador?

Me atraen las historias reales que llegan al corazón.

¿De cuáles de tus trabajos te sientes más satisfecho?

A parte de Amar es primavera, de Kayak yelleri, ahí tuve mi primer papel principal. Es la versión turca de la serie juvenil americana Dawson’s Creek. En mi país muchos me llaman todavía Efe, por mi personaje en esa ficción.

¿Te atreviste a participar en el concurso Supervivientes de tu país en 2013?

Me encantan los juegos y ese es el mejor. Aunque seas millonario, no puedes comprar esa experiencia. Es un verdadero reto superarse a uno mismo.

¿Qué otras inquietudes tienes?

Colaboro con mi madre en su escuela de actuación y escritura, y hemos abierto también una pequeña editorial. Este verano publicaremos en turco Conversaciones con Nostradamus, de la escritora estadounidense Dolores Cannon.

¿Y alguna afición?

El billar a tres bandas, participo en la liga turca. También juego al baloncesto y al tenis, y hago malabares con bolas.

¿Te gustan los animales?

Me vuelven loco, su nobleza es asombrosa. Si alguien dijese que soy un perro, me lo tomaría como un cumplido.

¿Estás casado?

Mantengo una relación desde hace tres años. Quizá algún día me convierta en un padre de familia, quién sabe. Prefiero no hacer planes, ni en mi vida personal ni en la profesional.

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