¿Estás cometiendo estos errores al cocer huevos?

Los huevos son un alimento con un gran valor nutricional, versátil y delicioso, perfecto para incluir en dietas saludables y de adelgazamiento. Se puede usar para muchísimas recetas y en distintas elaboraciones pero a la hora de cocerlos no siempre tenemos claro cómo hacerlo para que pueda pelarse perfectamente sin que la clara quede pegada a la cáscara o que la yema no quede demasiado dura o verdosa. Toma nota de los errores habituales que cometemos al cocer huevos para que esto no vuelva a pasarte nunca.

¿Cómo debería ser un huevo cocido perfecto?

Aunque parezca sencillo, cocer un huevo no es tan fácil como parece. Hay que controlar la temperatura y el tiempo y conseguir un huevo que se pueda pelar fácilmente en el que la clara no se vaya quedando pegada a la cáscara, y que la clara sea compacta y jugosa sin llegar a adquirir ese color verdoso que puede verse en algunos huevos cocidos.

Tips para cocer el huevo perfecto

Hay discrepancia a la hora de decidir si es mejor poner los huevos a cocer directamente en agua fría antes de que rompa a hervir o en agua ya hirviendo. Pues bien, esto va a depender de dos factores, de si el huevo está frío y del tiempo de cocción que queramos darle.

Lo recomendable es que el huevo sea fresco y que esté a temperatura ambiente antes de ponerlo a hervir, ya que el choque térmico probablemente rompa la cáscara y te encuentres con esos típicos trozos de clara deshilachada flotando por tu recipiente. Si vas a cocer el huevo más de 7 minutos puedes ponerlo directamente en agua fría a hervir porque esto no va a influir en su textura final como sí lo haría en cocciones de menos tiempo, eso sí, seguramente la yema quede descentrada.

Si guardas los huevos en la nevera sácalos antes de cocerlos para que se atemperen, dependiendo del tipo de cocción que elijas puedes meterlos directamente en agua fría o bien en agua hirviendo. Si los metes en agua hirviendo el cambio de temperatura puede provocar esa ruptura de la que hablábamos por lo que lo ideal es introducirlos con cuidado y darles vueltas aprovechando la fuerza centrífuga para centrar la clara en el caso de cocciones de pocos minutos.

Un truco para evitar que huevos no demasiado frescos o los cambios de temperatura acaban produciendo roturas en la cáscara, es poner en el agua un ácido como un chorrito de vinagre o de zumo de limón. Lo que hacen estas sustancias es aglutinar o coagular las proteínas del huevo así que en caso de rotura la cáscara quedará sellada con su ayuda.

Cocer los huevos a muy alta temperatura hace que la clara presente una textura gomosa así que lo ideal es cocerlos a una temperatura media y por supuesto cubiertos de agua totalmente para que se hagan de forma homogénea.

Recuerda que la cáscara del huevo es porosa por lo que la mejor opción es, si guardas los huevos en la nevera, mantenerlos tapados para que no cojan olores de otros alimentos que afecten después a su sabor. Por esta característica de la cáscara, si añades sal al agua de cocción va a añadirle un toque salado. Según el tiempo de cocción obtendrás una textura u otra, todo depende de tus preferencias o de la elaboración que tengas entre manos.

Tipos de cocciones

Hay cocciones para todos los gustos, por ejemplo con 2 o 3 minutos de cocción vas a conseguir el llamado huevo a la coque que tendría una consistencia semilíquida. Con un poquito más de cocción, de 3 a 4 minutos, obtendrás el delicioso huevo poché o escalfado que se cuece sin cáscara envuelto en film, seguro que lo has visto más de una vez y más de dos en la tele o incluso te has aventurado a prepararlos en algún momento. Si quieres un tradicional huevo pasado por agua solo tienes que cocer el huevo durante 4 o 5 minutos, esta elaboración presenta la yema líquida y la clara sólida, es una delicia que se come con cuchara.

Los huevos llamados Mollet hay que pelarlos con mucho cuidado porque la clara queda cocida pero la yema semilíquida y son muy delicados de manipular. Los huevos cocidos de toda la vida lo recomendable es hervirlos durante 8 a 10 minutos, no más porque la yema se vuelve muy compacta y gris-verdosa además de que la textura de la clara se altera. ¿Por qué sucede esto? Porque una cocción excesiva hace que las proteínas se compacten dejando escapar el agua, además la clara libera sulfuro de hidrógeno dando lugar a un olor desagradable al huevo.

Cómo pelar un huevo sin que se rompa

Una vez tenemos nuestro huevo cocido después de 8 o 10 minutos, pásalo a agua fría para que el choque térmico separe la clara de la yema, ya puedes golpear suavemente el huevo y comenzar a pelarlo. Un truco que aprendimos del chef Gordon Ramsey es que una vez golpeado el huevo para empezar a pelar si vuelves a sumergirlo en agua fría o lo pasar por debajo del grifo para que el agua penetre por las grietas lo vas a poder pelar con mayor facilidad. Lo hemos probado y realmente funciona.

Fuente: Leer Artículo Completo