Fallece Beatrice von Hardenberg. Así nos contó la historia de su foto preferida: Es mi favorita porque soy yo: independiente, alegre y despreocupada

Beatrice von Hardenberg ha fallecido este sábado a los 72 años como consecuencia de un paro cardíaco en el hospital de Marbella donde había sido hospitalizada. Hace solo un mes, el 13 de febrero, Beatrice von Hardenberg perdió a su hija Cristina de Borbón, que murió con 44 años tras sufrir un accidente. Un duro golpe que la princesa alemana, que dirigió Vogue España en la década de los ochenta, no ha podido superar.

Olivia de Borbón, hija mayor de la condesa y Francisco de Borbón y Escasany (y pareja de Juan Porras), ha confirmado la triste noticia.

“Queridos amigos: Con inmensa pena os comunico que esta mañana a las 9:30 h. ha fallecido en el Hospital Quirón de Marbella mi madre Beatrice von Hardenberg zu Fürstenberg a causa de un paro cardíaco producido como consecuencia de la enfermedad de EPOC que padecía desde hace años. Dadas las circunstancias sanitarias en toda la nación, el velatorio se efectuará en la más estricta intimidad.

En estos momentos tan tristes para nuestra familia, queremos agradecer el trato recibido en todo momento por el personal del Hospital Quirón así como el afecto y dedicación de todos cuantos se han ocupado del cuidado de mi madre en estos últimos tiempos y os pedimos a todos una oración por su alma”.

Beatriz von Hardenberg era hija del conde Günther Eberhard Kurt Wilhelm von Hardenberg y de la princesa Maria Josepha Egona Sofia Wilhelmine Joachima Maximiliane Friederike zu Fürstenberg y se crio en el castillo de Donaueschingen, en la Selva Negra (Alemania). Llegó a nuestro país atraída por el sol de Marbella, pero poco después, cuando solo tenía 26 años, sus lazos con España quedarían unidos para siempre al casarse, en julio de 1973, con Francisco de Paula de Borbón y Escasany, duque de Sevilla y primo del rey Juan Carlos. La pareja que tuvo tres hijos –Cristina, Olivia y Francisco–fue uno de los matrimonios más célebres de la Marbella de los años ochenta. Conocida como la "princesa hippie", se la consideró una de las mujeres más elegantes de la época, además de original y divertida, y acaparó portadas y páginas de Point de Vue, Paris Match, ¡Hola! y Semana.

Hace ahora 12 años Beatrice y su hijo pequeño, Fran, posaron para Vanity Fair y recordaron para nuestra revista los años dorados de Marbella. El reportaje se tituló ¡Marbella resiste!. “Era un pueblo pequeño. Nos conocíamos todos”, nos contaba quien fuera una de las grandes anfitrionas de Marbella. Su casa siempre estaba llena de gente: Plácido Domingo, la familia del empresario saudí ya fallecido Adnan Kashogui, Sean Connery o Julio Iglesias, de quien se hizo íntima: "Recuerdo que un día llegó a una cena rodeado de guardaespaldas. No era necesario. No era tan importante”. Entonces Julio, que quería conocerla, mandó a alguien a su mesa. “Yo contesté: ‘Que venga él”. Se hicieron inseparables. “Me llamaba la duquesa cabrona, porque no le hacía caso”, nos contaba la aristócrata alemana en su casa, un chalet a las afueras de Madrid donde vivía retirada rodeada de perros y, en su día, un enorme cerdo gris con habitación propia.

Tenía el salón plagado de figuritas de ranas —grandes, pequeñas, en cojines, cuadros, fundas de sofá—, un animal del que se hizo fanática siendo aún muy joven, cuando con 20 años empezó a veranear en Marbella. "Recuerdo una noche maravillosa, con una temperatura perfecta, las estrellas brillando en el cielo, escuchar el croar de las ranas en el jardín". Nos contó sus recuerdos mientras ojeaba una enorme carpeta con fotos de aquella época, que sirvieron para ilustrar aquel reportaje. Entre ellas, estaba esta que escogió como la La foto de mi vida. La propia Beatrice nos explicó cómo Juan Gyenes la retrató en su finca marbellí:

"Era un día del verano de 1980. Elegí uno de mis vestidos hippies y salimos al jardín. Me impresionó su forma de trabajar. Estuvo más de dos horas preparando todo y solo disparó una vez. ¡Solo hizo una foto! Nunca había visto a alguien trabajar tan rápido y con tanta claridad. Se me ve tal y como soy… una mujer libre. Ahora la tengo colgada en el salón de mi casa de Madrid. Es mi favorita porque soy yo: independiente, alegre y despreocupada".

Descansa en paz, Beatrice.

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