Francesca Thyssen-Bornemisza, confinada en un monasterio de una idílica isla de Croacia
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Francesca Thyssen-Bornemisza llegó a la pequeña isla croata de Lopud en 1992. Había conocido a un monje franciscano en la aún devastada Dubrovnik que la llevó a un monasterio en ruinas, ocupado por primera vez en 1483, en esta isla donde solo vive un centenar de habitantes de forma permanente, tiene una capilla en la cima del siglo X y está situada a una hora en ferry de la ciudad amurallada.
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Se enamoró al instante del monasterio de piedra incluido en 1996 en la lista de lugares en peligro del Fondo Mundial de Monumentos. Fueron necesarias varias décadas para que, tras una minuciosa rehabilitación y una larga concesión, lo abrirera al público en 2018 convertido en una espectacular galería de arte con parte de los tesoros de la colección familiar de Francesca y un espacio para organizar desde retiros de yoga a bodas.
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Ahí, en Lopud 1438, es donde pasa el confinamiento la hija del barón Thyssen y la modelo Fiona Campbell-Walter con, al menos, una de sus hijas, Eleonore y su prometido el piloto de automovilismo belga Jérôme d’Ambrosio, y el director de su fundación de arte contemporáneo TBA21, Markus Reyman.
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Es probable que junto a ellos esté también la hija pequeña de Francesca, Gloria, aunque su hijo Ferdinand, piloto de Fórmula 3, permanece en Austria donde se ha unido al ejército para tratar de paliar la crisis sanitaria por el coronavirus, enfermedad que ha superado el padre del chico (y ex de Francesca) Carlos de Habsburgo-Lorena, aspirante a archiduque austríaco.
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Francesca sigue los vaivenes familiares desde este precioso y tranquilo lugar donde practica yoga, medita -el monasterio cuenta con un jardín diseñado ex profeso por una chamán laponia-, se cuida con alimentación saludable y se da bañosde un minuto en el helado Adriático (“una especie de crioterapia que estimula el sistema inmunológico”, describe) estos días la mecenas y activista, según ella misma relata en su cuenta de Instagram.
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Desde mediados de marzo está instalada en la isla en cuyas profundas aguas ha buceado con científicos, donde ha llevado a músicos como Chicks on Speed, y donde trasladó el pabellón Your Black Horizon encargado a David Adjaye y Olafur Eliasson para la Bienal de Venecia de 2015.
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Un lugar de “creación y creatividad” con vistas a las islas de Mljet y Korčula, donde nació el viajero Marco Polo.
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