Jean Paul Gaultier se despide de las pasarelas con una gran fiesta y repasando sus creaciones icónicas

Hace menos de una semana Jean Paul Gaultier anunció que su desfile de Alta Costura en el Teatro de Châtelet de París el 22 de enero, además de marcar sus 50 años en el mundo de la moda, supondría también su despedida de las pasarelas parisinas. Y como no podía ser de otra manera, el adiós del enfant terrible fue toda una fiesta, con un gran espectáculo musical y más de mil quinientos invitados.

El gran sentido del humor que siempre le ha caracterizado fue una de las notas dominantes de su gran show, en el que se mostró tal y como es. Sus grandes musas de todos los tiempos, de Rossy de Palma y Dita Von Teese a Bella Hadid y Karlie Kloss, Coco Rocha e Irina Shayk, se subieron a las pasarelas para recrear todas las tendencias y looks icónicos que han marcado su trayectoria: allí estaban el sujetador que diseñó para Madonna y que dejó al mundo con la boca abierta en su gira Blonde Ambition, sus looks de estética marinera, el denim o sus diseños más folclóricos, con referencias a la cultura española, a África o al mundo egipcio.

El espectáculo comenzó con una proyección de imágenes de la película Qui êtes-vous, Polly Maggoo? y a continuación sonó el Black to Back de Amy Winehouse para acompañar la escena de un entierro: de un féretro negro salió una modelo con un vestido blanco corto de volantes, cuello bebé y mangas de farol. Con ella arrancó un desfile en el que se vieron más de 250 looks, un repaso a lo grande del archivo de Gaultier.

Entre la lista de invitados, algunos compañeros que no quisieron perderse el adiós de un maestro, de Nicolas Ghesquiere a Christian Lacroix o Dries Van Noten. El fin del espectáculo lo protagonizó el propio Jean Paul vestido con un mono de trabajo azul, rodeado de todos los suyos y con la música de Boy George. Una despedida de altura para un hombre que siempre ha desbordado creatividad y personalidad, que se plantó ante la industria cuando dejó de hacer prêt-à-porter y que seguro que dará que hablar con el nuevo concepto para su marca en el que está trabajando. Porque este ha sido el adiós de Gaultier de la Alta Costura de París, pero no del mundo de la moda. Larga vida al maestro.

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