'La chica de nieve': final explicado de la serie de Netflix

‘La chica de nieve’ es una de las primeras series de Netflix que llegan en este 2023 y su final nos ha dejado con la boca abierta. Basada en el best-seller de Javier Castillo, adapta su trama original desde el Nueva York de la novela hasta Málaga. La serie arranca con la desaparición de una niña de 5 años el día de Reyes del año 2010. La pequeña Amaya desaparece entre la multitud y allí arrancará una pesadilla para los padres de la pequeña que durará décadas.

A lo largo de sus seis capítulos, la trama irá saltando entre flashbacks y la historia reciente incrementando el drama de este thriller. Porque la serie, más allá de pertenecer al género policíaco, cuenta con alta carga de drama que es lo que quita la respiración a su espectador. Por eso, la serie te gustará si eres fan de las series de suspense, como las series de suspense e intriga en Netflix.

Aunque cada capítulo acerca (un poco) más a la verdad del caso, la tensión crece y no hay lugar para encontrar algo de alivio o consuelo. La carga del drama la lleva sin lugar a dudas el personaje de Loreto Mauleón (‘Patria’, ‘Los renglones torcidos de Dios’), que aquí interpreta a la madre de la niña desaparecida. Milena Smit se echa a sus hombros el peso de la trama y por tanto el de la angustia, el de ir rastreando cada callejón en este laberinto que no parece tener respuesta y se va incrementando durante años.

El final explicado de ‘La chica de nieve’: ¿Qué pasa con Amaya?

A continuación hay spoilers de la serie. A partir del capítulo 5 tenemos la respuesta (con ese cliffhanger que nos muestra el al final del episodio 4). En el quinto episodio conocemos a un matrimonio, casualmente en la consulta de Ana (Mauleón), madre de Amaya, atendiendo a una pareja que ha fracasado en su intento de quedarse embarazados. Santiago (Julián Villagrán) e Iris (Cecilia Freire). A continuación se les ve a esa misma pareja paseando por el centro de Málaga en esa misma cabalgata.

Desolada por su intento frustrado de ser madre, Iris de repente encuentra a Amaya que está llorando. Actuando casi sin pensar, decide llevarse a la niña en un intento de «consolarla», pero vislumbrando una oportunidad para cumplir el sueño de la maternidad. Santiago ve tan decidida a su mujer que apenas puede actuar.

Según Iris, esa será la única manera de convertirse en madre. Para ella no es un secuestro, sino una forma de formar una familia. Así, comienza una relación entre secuestradores y secuestrada, que sobre todo Iris, intentará tornar poco a poco en padres e hija: cambian su nombre por Julia, le empiezan a poner unas determinadas normas para, según ellos, protegerla, como la instalación de cámaras en su habitación (de donde luego saldrán las grabaciones que enviarán a sus verdaderos padres).

Pasan los años e Iris sigue encargándose de la educación de la niña, a la que le siguen metiendo el miedo de que ahí fuera hay gente mala, para que pierda el interés por descubrir qué hay más allá de su casa. Tal es el pavor que se cobrará una vida, la del encargado de llevarles la hipoteca a Santiago e Iris (para ella el asesinato es lo que haría cualquier madre). Superado por la situación en la que viven desde hace nueve años, Santiago decide contar toda la verdad. Pero un atropello lo impedirá, dejando a Iris y Julia-Amaya solas.

A lo largo de esos años, Miren ha seguido su búsqueda de la niña en paralelo a la policía. Eso le llevará algunos encontronazos con la inspectora Belén Millán (Aixa Villagrán). Ha contado con el apoyo de Eduardo (José Coronado), su ex compañero de la redacción, aunque no ha sido suficiente para quitarse algo de carga y tensión por encontrar las respuestas al caso de la desaparición (mientras que carga también con un caso de abusos sexuales que sufrió tiempo atrás, y que cuesta dejar atrás). El caso ha ayudado a destapar casos de pedofilia en esos años, pero Amaya ha seguido siendo un fantasma.

Cuando llega por fin a por Iris, con los datos de la tienda de reparaciones de aparatos, la periodista se acerca con la intención de hacer un reportaje sobre casas en lugares aislados. Miren empieza a entrar en dudas (la bicicleta, el vídeo VHS). Iris está nerviosa, la tensión va haciéndose cada vez más insostenible… hasta que se percata del lazo amarillo que es el mismo que lleva la niña en los vídeos. Al salir de la casa llama a Belén. La periodista decide quedarse a vigilar a la mujer y la persigue cuando se lleva a la niña en una furgoneta. Desesperada, Iris finalmente tira por una cuneta con la furgoneta. La niña sale ilesa, pero su madre/secuestradora fallece.

Aunque el encuentro con la periodista es un tanto difícil, el caso ya está resuelto. Ahora solo falta que Miren cierre etapa y los padres de Amaya comiencen otra con su hija. Caso cerrado.

Saltos temporales, pistas que ofrecen giros de guión, ambiente noir en una Málaga despojada de luz y aderezada de lluvia y niebla. ‘La chica de nieve’ es un thriller que cumple ofreciendo una trama de intriga al público.

No obstante, el trabajo de Miren resolviendo casos de investigación no ha terminado. En la firma de libros de ‘La chica de nieve’, supuesta novela escrita por ella, alguien deja un sobre para ella en el que pone «¿Quieres jugar?». Dentro hay una foto de una chica amordazada, con un nombre y una fecha: Laura Valdivia, 2012.

Todo apunta a que, en el caso de que Netflix dé luz verde a nuevos capítulos, se contará la historia de la continuación de la novela original, titulada ‘El juego del alma’, también escrita por Javier Castillo. Por ahora no hay noticias sobre esa nueva temporada, pero estaremos pendientes de las novedades.



Vía: Fotogramas ES

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