La nueva vida de Rafael Medina en Madrid: proyecto de moda a la vista, ciclismo y máxima discreción junto a su mujer Laura Vecino
Rafael Medina (42) y su mujer Laura Vecino (42) comenzaban el pasado verano una nueva vida en Madrid después de haber estado instalados durante seis años en Barcelona por el trabajo del duque de Feria. En julio de 2020, el hijo de Nati Abascal anunciaba en sus redes sociales que dejaba su puesto en Massimo Dutti para emprender nuevos proyectos laborales y el matrimonio se mudaba a la capital junto a sus dos hijos de ocho años.
Hace tan solo unos días, el propio Medina comunicaba su fichaje por WOW, un marketplace online (tiene prevista la apertura de una tienda física en unos meses en la Gran Vía madrileña) que contará con productos exclusivos de moda, gastronomía, tecnología y hogar. El ambicioso proyecto tiene al frente a Dimas Gimeno, expresidente de El Corte Inglés, que ha explicado que quiere que sea un Soho neoyorquino online, y Rafael será el Head of Curation. Desde su posición será el responsable de la selección y captación de marcas nacionales e internacionales y elegirá los productos de dichas firmas para incorporar al catálogo de la compañía además de la estética con la que cada uno vendrá puesto a disposición de los clientes.
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A esta nueva aventura profesional hay que sumar la colaboración como embajador del aristócrata con la marca Stajvelo, una firma de bicicletas de alta gama liderada por Thierry Manni, uno de los empresarios más relevantes de Mónaco, y con la que Rafael unirá trabajo y placer, ya que el ciclismo es una de sus grandes pasiones y es habitual verle sobre la bici haciendo rutas por carretera o por la montaña. Uno de los aristócratas más discretos de nuestro país y considerado cada año uno de los hombres más elegantes, a sus 42 años se ha labrado una importante carrera en el mundo de la moda.
Una carrera intachable
Después de estudiar en el colegio Alminar de Sevilla junto a su hermano Luis, dos años menor que él, y pasar por varios internados como el San José de Villafranca de los Barros, gestionado por los jesuitas y ubicado en Badajoz (su madre quiso alejarlos de los medios durante su separación en 1988), y por colegios en Londres y Nueva York (donde los fines de semana los pasaban en casa de Carolina Herrera y su marido), los hermanos ingresaron en la Kiski School, un selecto colegio masculino en Pensilvania en el que vivieron la entrada en prisión de su padre, Rafael Medina y Fernández de Córdoba.
Rafael decidió quedarse en Estados Unidos y estudió Gestión y Administración de Empresas en la American University de Washington y compaginaba las clases con el deporte, afición que tiene desde niño, y con un trabajo de portero en la discoteca Babylon. Volvió a España y en 2001 empezó a trabajar en la división de banca privada de Credit Suisse, el mismo banco en el que entonces estaba Jaime de Marichalar. Fue ese año cuando vivió el duro golpe de la muerte de su padre convirtiéndose así en duque de Feria y marqués de Villalba y en uno de los aristócratas más jóvenes de la nobleza española. Dos años más tarde Rafa se enamoraba de Laura Vecino Acha, una joven bilbaína perteneciente a la aristocracia vasca que entonces estudiaba Arquitectura. Rompieron en 2005, aunque retomarían su relación un par de años después de manera definitiva.
El éxito de Scalpers
Observado por todos desde muy joven, Rafael siempre destacó por su estilo aristocrático y sus maneras gentleman elegante con aires de señorito andaluz. Tras cuatro años en el banco abandonó el puesto para fundar con su amigo Borja Vázquez la firma de moda Scalpers, que nacía en 2007. Poco después retomaba la relación con Laura Vecino y en octubre de 2010 se daban el ‘sí, quiero’ en el Palacio-Hospital de Tavera de Toledo, propiedad de los duques de Medinaceli. Fue una de las bodas del año y contó con invitados como la duquesa de Alba, el diseñador y amigo íntimo de Naty Abascal Valentino o modelos como Nieves Álvarez. El 26 de noviembre de 2012 venían al mundo sus dos hijos mellizos: Rafael y Laura.
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La vida discreta en Barcelona
Dos años más tarde, el Grande de España abandonaba Scalpers y cedía a su mujer las acciones de la compañía. En ese momento, la familia se mudaba a Barcelona tras el fichaje de Rafa como Director de Mens Tailoring y Director Creativo de Hombre de Massimo Dutti. En la Ciudad Condal los Medina-Vecino llevaron una vida de lo más discreta con sus dos hijos y sus dos perritas, Wilma y Rumba. Los pequeños iban a un centro escolar bilingüe y pasaban los días con sus amigos más cercanos y en su casa en una urbanización privada cerca de la Ronda de Dalt cuyos vecinos eran desde el broker y amigo íntimo de Rafa, Josef Ajram, al diseñador Custo Dalmau. Rafa era además miembro del Pave Culture Cycliste de El Prat, un grupo ciclista en el que compartía jornadas con el actorSanti Millán o el empresario Carles Ortet.
Alejados de las fiestas y las reuniones de la alta sociedad, en invierno, la familia solía ir a esquiar a la exclusiva estación de Gstaad en Suiza o a Baqueira Beret, y en verano Sotogrande y la Costa Brava son sus cuarteles generales para disfrutar del mar a bordo de un yate.
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Laura, centrada en su marca de ropa
"Después de seis años maravillosos en Barcelona llegó el momento de empezar una nueva etapa en mi vida. Recuerdos inolvidables de estos años, viviendo en Barcelona y trabajando para Massimo Dutti, de donde me llevo una mochila cargada de amistades maravillosas y de experiencias inolvidables. Os echaré de menos", escribía Medina el pasado mes de julio en su perfil de Instagram al anunciar que después de seis años abandonaba su cargo en la empresa de Inditex con sede en Tordera.
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Tras disfrutar de las vacaciones de verano, la familia se instaló en Madrid y en la capital Laura Vecino abría en julio una tienda física en la calle Claudio Coello de su marca de ropa que empezó hace casi dos años siendo de trajes de baño y ahora también tiene bodys para el día día o para ocasiones más especiales. La pareja, poco dada a asistir a eventos sociales en los últimos años, ha comenzado una nueva etapa en Madrid y en breve sabremos más del proyecto que ilusiona al duque de Feria que, a pesar de tener una de las herencias patrimoniales más importantes del país y pertenecer a una de las familias aristocráticas de más alto abolengo como son los Medinaceli, ha preferido labrarse una carrera en el mundo de la moda desde la discreción y a base de trabajo y esfuerzo.
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