Las fotos más tiernas de la cuarentena son las de las famosas con sus mascotas

Los psicólogos insisten porque saben que aún hay muchas personas que se resisten a abrir su casa a los animales, pero su capacidad para reforzar nuestro estado de ánimo, elevar los espíritus, absorber el estrés y, en general, proyectar buen karma es increíble. De hecho, quien tiene la suerte de convivir con mascotas puede atestiguar cómo están haciendo más llevadero este confinamiento por coronavirus. Por ejemplo, Emilia Clarke, quien adoptó un cachorro poco antes de comenzar esta crisis del Covid-19 y ahora no se separa ni un minuto de su perro. Se llama Ted y lo encuentras en un montón de fotos en su perfil de Instagram. No nos extraña nada el enamoramiento absoluto: es una preciosidad.

La actriz Lucy Hale no puede parar de achuchar a su perrita Elvy, un personaje que se ha convertido en su sombra ahora que ninguna de las dos puede salir demasiado de casa. La actriz dice de ella que es «mi alma favorita del mundo». Y añade: «Me has salvado muchas veces, pero especialmente en esta cuarentena».

No podía faltar en este inevitable protagonismo de las mascotas por causa del confinamiento. Pistacho es uno de los perros más famosos del país, sencillamente porque su compañera de piso es Blanca Suárez. Ella se empeña en estas fotos artísticas en las que el can luce tipazo y estilazo, mientras Blanca hace cucamonas al fondo. ¿Se han cambiado los papeles?

Otra mascota que es globalmente famosa por convivir con una estrella es Meredith, una de las gatas de Taylor Swift. La cantante la pilló requeteconfinada en su casa-cama y no pudo evitar inmortalizarla, tan pancha. Swift tiene tres gatas: además de Meredith (que se llama así por Meredith Grey, la protagonista de la serie»Anatomía de Grey», tiene a Olivia (por Olivia Pope, la protagonista de «Scandal») y a Benjamin.

Si quieres saberlo todo de Gino Jonas, el pastor alemán que adoptaron Priyanka Chopra y Nick Jones, puedes dirigirte a su perfil de Instagram, en el que podemos ver cómo ha crecido en los últimos dos meses. Aún es muy revoltoso, pero ya se atisba el magnífico perrazo que va a ser. Precioso máximo. No nos extraña que a Priyanka se le caiga la baba.

Ona Carbonell está viviendo un momento maravilloso con su primer embarazo, pero no se olvida de dos cosas importantísimas para ella: los estiramientos diarios y la sesión de rascado y caricias a Tane y Shima, sus dos preciosos perros. Serán unos guardianes extraordinarios de lo que venga, seguro.

Victoria Beckham no puede parar de sorprendernos durante este confinamiento por coronavirus. De nuevo publica una foto que rompe totalmente con los cuidadísimos posados y maravillosos vídeos que suele colgar, y lo hace para pedirnos que les dediquemos tiempo y amor a las mascotas durante esta cuarentena. La suya es un perro y se llama Fig. Qué suerte tienen ambos de vivir juntos.

La actriz de «Strangers Things» no puede negar que es una amante de los perros: tiene a Dolly, Reggis y Ronnie, tres mastines casi más grandes que ella. Pero, además, Millie Bobby Brown ha recibido en su familia a una nueva mascota, un cachorro mínimo que es su perro terapéutico (se lo ha recomendado el médico para tratar su ansiedad). En la foto le vemos achuchar a Winnie (así se llama), junto a otro cachorro blanco del que no sabemos nada más que que es totalmente achuchable.

Por supuestísimo, el perro de los amores de Selena Gómez no podía ser más que esta bola de pelo totalmente encantadora. Se llama Winnie y está total y comprensiblemente mimado.

Lady Gaga lidera con el ejemplo: se ha fotografiado en casa junto asus tres perros, graciosísimos bulldogs tan «producidos» como la propia cantante, pare recomendar confinamiento y distancia social. Está claro que de momento tendremos que conformarnos con la compañía de los más próximos, entre ellos nuestras mascotas.

Como Lady Gaga, Inma Cuesta también se fotografió en la intimida d del sofá de su casa para recomendar la cuarentena a sus seguidoras. La verdad es que viéndola tan tranquila y sonriente con su perra Rumba, nos apetece más que nunca bajar la velocidad y dedicarles más tiempo y atención a nuestros compañeros de piso. Humanos y no humanos.

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