Marta Vilalta, una expatinadora artística (y especialista en comunicación) para negociar la investidura de Pedro Sánchez

Marta Vilalta forma parte de una nueva generación de políticas de ERC a la que le ha llegado su tiempo antes de lo previsto”, apunta un periodista catalán en conversación con Vanity Fairsobre una de las personas que encabeza la negociación con el PSOE en aras de buscar un acuerdo que posibilite la investidura de Pedro Sánchez. El proceso judicial y posterior condena de una parte importante de la cúpula de ERC ha forzado a la organización a dotarse de nuevos cuadros, y en Vilalta ha caído la responsabilidad de ser secretaria general adjunta y su portavoz nacional.

En ese puesto se está desenvolviendo con seguridad, transmitiendo con serenidad, pero también con dureza, el mensaje de su partido con el que va rebajando las expectativas de los socialistas cada vez que estos aseguran que el acuerdo está cerca. Sin ir más lejos, el lunes Vilalta les recordó que entre las prioridades de su formación no está “la gobernabilidad de España, sino encauzar la resolución política y democrática de un conflicto que es democrático”. Un jarro de agua fría en la cabeza de los socialistas, que intentan apurar las conversaciones y formar gobierno antes de las campanadas.

Tranquila y empática

Cuando Vilalta cursaba la carrera de Periodismo en la Universitat Autònoma de Barcelona y Oriol Junqueras impartía clases como profesor de Historia, ninguno de los dos militaba todavía en ERC. El líder independentista catalán –en prisión tras la condena del procés– fue profesor de la ahora portavoz de la formación en el curso 2002/03. Quizás ninguno de los dos imaginaba que Vilalta acabaría convirtiéndose en portavoz nacional de la formación independentista y pieza clave en las negociaciones con los socialistas de cara a la investidura de Sánchez.

A Vilalta todos coinciden en describirla como una persona tranquila y empática. “Es una mujer sencilla en sus formas”, asegura una mujer vinculada a los movimientos sociales catalanes que ha tratado con ella en diversas ocasiones. “Observadora y analítica, como no podía ser de otra forma debido a su formación”, añade en relación a su profesión de periodista. Una descripción en la que coinciden también colegas del oficio que cubren la actualidad política en Cataluña.

“Proceder de un pequeño pueblo de Lleida marca carácter”, señala uno de ellos, añadiendo que conocer como nadie los entresijos del partido le ha permitido “llegar a lo más alto” tras ir creciendo desde las juventudes de la formación. Nacida en Torregrossa, un pueblo de 2.190 habitantes de la Pla d’Urgell (Lleida) hace 35 años, Vilalta ha practicado el patinaje artístico sobre ruedas desde la infancia, llegando a competir con el Club Esportiu Torregrossa a nivel europeo. Sólo la incapacidad de compaginar su actividad política con la deportiva hizo que abandonase las filas del club.

Quizás la práctica de este deporte haya forjado en ella un afán de superación que le ha llevado a romper “una doble barrera, ser mujer y joven”, como aseguran fuentes del partido. En ERC se deshacen en halagos hacia su persona. Así nos lo hace saber Sergi Sabrià, presidente del Grupo Republicano en el Parlament: “Siempre ha sido, y sigue siendo, una trabajadora incansable”, señala, recordando que ambos adquirieron al mismo tiempo la condición de diputados autonómicos. “Era siempre la última en irse, y tenía una visión política espectacular”.

Un relación discreta

Sabrià reconoce además su valentía al aceptar el encargo de ser la portavoz de la formación. “Tiene capacidad de liderazgo, algo que el partido necesitaba en un momento complicado como el actual”. Pero las buenas palabras no vienen sólo de su partido. Entre las filas socialistas también hay quienes reconocen su talante dialogador y su formalidad e institucionalidad, como recuerda un cargo público que la conoció durante su época como Directora General de Juventud de la Generalitat.

En el ámbito privado, lejos de los focos, es una persona “que sabe divertirse como cualquier persona de su edad”. Más allá del patinaje, Vilalta disfruta volviendo a su pueblo, con el que sigue manteniendo un fuerte vínculo, y con el FC Barcelona, del que es forofa, además de admirar al ex entrenador culé Pep Guardiola.

La discreción es otro de sus rasgos más señalados, tanto en lo profesional como en lo personal. De la formación juvenil de ERC no solo sacó experiencia política y profesional, sino también una relación con Gerard Gómez del Moral que ambos mantienen en la más estricta intimidad. Viajaban juntos cuando en 2013 los multaron por circular por la Comunidad Autónoma de Aragón con una pegatina de CAT (Cataluña) en su matrícula.

Gómez del Moral ocupó la portavocía nacional de las juventudes republicanas entre 2011 y 2019, y fue diputado tanto en el Parlament de Catalunya, puesto al que renunció para concurrir en las listas al Congreso en abril, consiguiento el acta, y no repetir en noviembre por decisión personal. Quienes siguen de cerca la actualidad del partido no dudan en señalar la enorme capacidad de influencia que entre ambos atesoran en la organización. Gómez del Moral fue uno de los cargos de ERC que se encaró a Gabriel Rufián y le recriminó en Twitter haber usado la publicación de la sentencia del procés para pedir el voto en las pasadas elecciones de noviembre.

Experta en comunicación

La formación de Vilalta como periodista hizo que sus primeros encargos estuviesen ligados a los gabinetes de comunicación: entre 2009 y 2012, Vilalta ocupa un puesto en la Oficina de Comunicación del Departamento de Gobernación y Relaciones Institucionales del Govern. La joven política catalana, que por aquel entonces tenía 28 años, abandonó ese cargo tras ser elegida diputada autonómica en las elecciones de 2012, siendo designada candidata por las juventudes del partido, de cuya dirección formó parte como Secretaria de Comunicación entre 2011 y 2013.

En el Parlament entra a formar parte de diferentes comisiones, empezando a construirse un perfil más político que le valió para que, en 2016, ERC la escogiera para ocupar la Dirección General de Juventud de la Generalitat de Catalunya, su primer encargo de relevancia dentro del Govern. Ahora, en solo tres años, que España tenga gobierno después de cuatro elecciones generales sin lograrlo está también en sus manos.

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