¿Sabes cómo entrenar en domingo? Necesitas apuntarte a un gimnasio virtual para diseñar la rutina de ejercicios perfecta de fin de semana
Si algo nos ha enseñado la crisis del coronavirus es que nada es imposible, incluso ponerse en forma en el salón de casa usando, únicamente, unas botellas de agua como herramienta fitness. Permanecer encerrados en casa nos ha hecho redescubrir cómo sacarle partido a cualquier espacio para no renunciar a nuestro deseo de estar en forma. Por eso nos hemos hecho fans de canales de Youtube y apps de entrenadores. ¿Pero ha llegado la hora de ir un paso más allá y apuntarnos a un gimnasio virtual? Te damos todas las claves para que si eliges esta opción, no falles.
Qué es un gimnasio virtual y cómo funciona
Durante el encierro del coronavirus las redes sociales, desde Instagram a Youtube pasando por Tiktok literalmente explotaron con vídeos de entrenadores ofreciendo gratuitamente contenidos fitness para superar el confinamiento con unos músculos de acero. Pues bien, tras esa eclosión llega la estandarización y ahora hay multitud de gimnasios virtuales disponibles a lo largo y ancho de internet.
Un gimnasio virtual es un gimnasio al que los usuarios que se dan de alta en sus servicios y se registran pueden acceder a una serie de contenidos fitness, ya sean clases grabadas (la opción más común en los gimnasios virtuales gratuitos) o clases en directo. Estas plataformas pueden ser gratuitas (como gymvirtual o ictiva) o de pago (como Sprinter Pass, que tiene una cuota anual de 24,99 euros). Las del segundo tipo suelen ofrecer clases en directo y el asesoramiento de un entrenador personal para diseñar una rutina de ejercicios adaptada a cada persona.
La gran ventaja de los gimnasios virtuales es que puedes acceder a los contenidos dónde y cuándo quieras y desde el dispositivo que te venga mejor. O lo que es lo mismo; puedes hacer deporte en solitario o en grupo durante el fin de semana (si es el único momento de la semana que te lo permite) sin salir de casa y sin mascarilla.
“En estos momentos las ventajas que ofrecen los gimnasios virtuales son múltiples, ya que el acceso a los centros deportivos y parques a veces está restringido, a veces no”, explica Alex Lama, director de Sprinter Pass. Frente a otras opciones para hacer ejercicio en casa, los gimnasios virtuales también parecen ser una buena forma de ponerse en forma de manera fácil y cómoda. Para empezar, todo el contenido fitness que necesitas está reunido y organizado en una sola página o app, y la variedad de entrenamientos que se ofertan es muy amplia. Es casi imposible que no encuentres en ellos lo que buscas.
En qué hay que fijarse al apuntarse a un gimnasio virtual
El primer paso es leer bien las condiciones de acceso a la plataforma, aunque sea gratuita. Tenemos que ser conscientes de a qué tipo de datos estamos autorizando el acceso en estas páginas y apps. Y en el caso de las de pago, presta atención a las condiciones de alta, de baja y a cómo se tramitan esos pagos (si existen penalizaciones o no).
Dejando el papeleo a un lado, hay que fijarse en lo que ofrece el gimnasio virtual, el tipo de entrenadores y de entrenamientos que oferta. Comprobar que los entrenadores son, efectivamente entrenadores (y no solo gente musculosa, que de todo hay). De la calidad técnica del equipo que hace los vídeos dependerá el éxito de tu entrenamiento.
Por supuesto tienes que valorar el precio y si la plataforma es fácil o difícil de manejar, si consigues encontrar lo que buscas en un click. Y, por supuesto, las clases en grupo y en directo son un plus para la motivación. Que los horarios de las clases sean compatibles con los tuyos, que tu entrenador pueda hacer un seguimiento de tus progresos y diseñar una rutina específica para ti mensual o semanal o que se explique en las rutinas para qué nivel están indicadas son factores a tener en cuenta, no olvides que estás haciendo ejercicio por tu cuenta y el objetivo es ponerse en forma, no lesionarse.
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