Una familia grande y feliz; \u2018No sueltes mi mano\u2018

QUÉ HA PASADO

• Azra pierde a su hijo.

• Baris desaparece.

• Damla se va a la extranjero.

Azra sigue rechazando a Cenk y durante una discusión, él revela por qué dio su autorización para que la practicaran un aborto: “Eras tú o el bebé. Si no te curas, morirás”. Consciente de la gravedad de la situación, la joven acepta acudir a la consulta de Turkan y, cuando le habla del tratamiento, se da cuenta de que padece la misma enfermedad por la que murió su madre. Visitar la tumba de Mert da fuerzas a Azra

La desconfianza de Sumru hacia Gurkan aumenta cuando encuentra entre sus pertenencias el teléfono de Baris: “Sé que le hiciste algo. Voy a ir a la policía”Sin embargo, cambia de parecer cuando ve que puede sacar provecho de la situación. “Firmaré un nuevo contrato con el hotel por cinco años y Hülya quedará excluida”, acuerda. Azra se muestra muy decaída y se niega a empezar su tratamiento.

Cenk trata de persuadirla y la lleva a la casa del lago para que durante unas horas disfruten de su amor, pero es en vano. Solo cuando visita la tumba de Mert, la joven se llena de fuerzas para luchar por su vida. Con la ayuda de Arda, Ersoy prepara una sorpresa a Sirin y se declara: “Eres mi único amor. ¿Quieres casarte conmigo”. Ella, feliz, acepta.

Cenk recibe una llamada de Salih informándole de que han surgido problemas en el restaurante que tienen en el hotel Karon en Ciudad del Cabo. “Baris no está aquí”, asegura. Así, se convence de que algo extraño está sucediendo y pide ayuda a Ersoy. “No salió de Turquía”, averigua este. Esa noche, Cenk se cita con Gurkan para pedirle explicaciones y el empresario, al verse acorralado, le apunta con un arma. “Sí, yo lo maté”, admite. Justo en ese momento, llega la policía.

Ya en prisión, Sumru visita a Gurkan y este se burla asegurando que correrá la misma suerte que él: “Escondí en tu habitación una grabación manipulada y el móvil de Baris”. El estado de salud de Azra empeora y debe ser operada de urgencia. Por suerte, Turkan consigue salvar su vida. La policía encuentra el cadáver de Baris Una vez que la policía encuentra el cuerpo de Baris, Cenk debe comunicar la noticia a los Çelen y a Damla.

Ajena a esto, Azra recibe las últimas sesiones de su tratamiento. Pasado un mes, se celebra el juicio contra Sumru y es declarada culpable. “Por beneficiarse del homicidio de Yaman y ocultar evidencias deberá cumplir una condena de doce años y ocho meses de prisión”, se dicta. Las compañeras de celda de la mujer se muestran amables hasta que descubren que es la madrastra de Azra. “Por tu culpa estuvo aquí”, dicen mientras la obligan a cocinar y limpiar. Arda no soporta que Damla lo haya abandonado de nuevo con una carta y toma la decisión de divorciarse.

La familia aumenta

Azra, por su parte, acude con Cenk a la consulta de Turkan para saber si su tratamiento ha surtido efecto. “Todo se acabó. Estás curada”, asegura la doctora. De regreso a casa, el matrimonio da la feliz noticia a su familia. Ersoy aprovecha que están todos reunidos para declarar su amor por Sirin y Feride les da su aprobación.

Pero no todo es alegría ya que Azra pregunta por Baris. “Gurkan estuvo traicionándolo por años y lo asesinó”, revela Cenk. Así, la joven visita su tumba para despedirse de él y acepta cuidar de Tanem. Dos años más tarde, la familia Çelen ha aumentado. Azra y Cenk han tenido gemelos y Sirin y Ersoy un niño llamado Ali. “Estamos embarazadas de nuevo”, revelan ellas a sus esposos aprovechando la fiesta por el cumpleaños de Feride. Hasta allí llega Yagmur, una de las chicas que se ha criado en el orfanato, y Arda queda fascinado con ella. “Finalmente encontré el camino para que mi familia pueda ser feliz antes de mi muerte”, declara Feride.

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