Carolina de Mónaco, espectacular con su ‘look’ más arriesgado: falda lápiz, camisa felina y tacones bicolor

El público seguidor acérrimo de todos y cada uno de los pasos de la familia real monegasca echa de menos una mayor cantidad de apariciones conjuntas del príncipe Alberto y su hermana, la princesa Carolina. Los hermanos se dejan ver de vez en cuando en eventos como el que protagonizaron a finales del pasado mes de marzo, cuando decidieron reunirse para asistir a la apertura de la exposición Marginalia, dedicada al mundo del cómic, en la sede Villa Sauber del Nouveau Musée National de Mónaco. “Una pena que no se les vea más veces juntos”, comenta un usuario en redes sociales sobre las imágenes del acto.

La exhibición rinde homenaje a la irreverencia del mundo del cómic: “un arte joven nacido al mismo tiempo que el cine y el psicoanálisis, y que ha optado con frecuencia por la marginalidad sobre la convención, el humor sobre el academicismo y la contracultura sobre la sabiduría recibida”, explican en la página web del museo. Marginalia; Inside the Comics Art Collections estará abierta al público hasta el próximo 1 de septiembre, permitiendo ver la muestra obtenida de colecciones públicas y privadas tal y como lo hicieron Alberto y Carolina. La princesa de Hannover está realmente implicada en esta exposición, puesto que ha escrito el prefacio del catálogo que publicará Glénat ediciones sobre la muestra.

El encuentro estuvo marcado indudablemente por otra exquisita lección de estilo de la princesa monegasca, que apostó por uno de los estilismos más atrevidos de los últimos tiempos. Sin duda destacaba sobremanera la blusa de leopardo con el cuello pussybow que comenzaron a llevar las mujeres al incorporarse al mercado laboral en los setenta y es hoy un símbolo feminista. Una prenda cuyo estampado animal la convertiría en impensable para un miembro de la realeza, pero que Carolina ha sabido combinar de forma elegante con una falda lápiz en color azul grisáceo por debajo de las rodillas. También ha lucido una gabardina ligera -acorde a las temperaturas primaverales del momento- colocada de forma estratégica sobre los hombros, como Máxima de Holanda y otras ‘royals’ y expertas en moda llevan haciendo años.

Los accesorios del conjunto de Carolina también marcaron la diferencia: dos prendas bicolor en tonos nude y negros que hacían juego con su blusa y su abrigo sin destacar, relajando el conjunto, pero aportando elegancia. Los salones de color nude acabados en punta son de tacón moderado y llevan una banda ancha que recubre la parte media del empenie, destacándola e color negro y rompiendo con la continuidad de las piernas. En la mano, su bolso crema estilo baguette de mano con asa dura de color negro terminaba de rematar el estilismo. Se trata del mismo modelo que lució en 2013 también para asistir la sede Villa Paloma del mismo museo, con otro estilismo bicolor, entonces mucho más sobrio que el de esta ocasión. Y sin presumir de canas como lleva haciendo los últimos meses.

En imágenes

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