De Carolina de Mónaco a Sassa de Osma: el vestido de invitada top

Al indagar en los looks del pasado de royals como Carolina de Mónaco o Lady Di es sencillo darse cuenta no solo de la ciclicidad de la moda, sino de que ambas princesas fueron capaces de adelantar tendencias como si su guardarropa fuera prácticamente una bola de cristal. Sin ir más lejos, durante la década de los 80, Carolina ya lucía las americanas oversize que ahora inundan el street style, las zapatillas deportivas más repetidas en Instagram y también el jersey que regresa cada otoño. Por todo ello, no es de sorprender que Carolina de Mónaco fuese también capaz de adivinar cuál es el vestido de invitada que nunca falla.

Durante una velada en el Hotel París, en 1983, Carolina de Mónaco aparecía luciendo un favorecedor vestido rosa, con detalles plisados, escote en V y una diadema a juego con esta llamativa prenda. Ahora casi 40 años después, la misma fórmula se repetía durante la boda de Philippos de Grecia y Nina Flohr. En esta ocasión, de la mano de Sassa de Osma. La royal acudía luciendo un diseño en color fucsia y con plisados firmado por Andrew GN que no tardó en convertirse en uno de los vestidos más aclamados de la boda griega.

Mientras que Carolina optaba en los 80 por joyas que no contrastaran en exceso con el vestido, Sassa de Osma se atrevía a jugar con los colores añadiendo un bolso en color verde esmeralda que encajaba a la perfección con la prenda.

Tanto Carolina de Mónaco como Sassa de Osma han demostrado en dos épocas (y ocasiones) muy diferentes que el vestido rosa plisado siempre supone un acierto estilístico, especialmente para looks de invitada de boda, y lo hace desde sus tonalidades más pastel hasta los fucsias más llamativos.

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