La italiana mejor vestida ha encontrado los leggings perfectos de Calzedonia para llevar ahora con zapatillas deportivas y en verano con sandalias

En estos días en los que, probablemente, hayamos pasado más horas en nuestras casas que en toda nuestra vida, hemos tenido tiempo para reordenar nuestras prioridades. Nos estamos refiriendo a las cosas por las que merece la pena vivir –como decía Woody Allen en una de las secuencias más bellas de Manhattan–, pero también hablamos de la importancia de los básicos en términos estilísticos y de moda. Recurrir a esas prendas que, por mucho tiempo que pase, no te abandonarán, cobra ahora más importancia que nunca y se convierte en algo así como una metáfora sobre la vuelta al hogar, el único lugar del mundo donde uno se siente verdaderamente protegido. En la práctica, un buen fondo de armario compuesto en su mayor parte por piezas atemporales va a solucionarte la vida en muchas ocasiones: siempre podrás equilibrar un look o contrarrestar el peso de una prenda demasiado en tendencia con la neutralidad de unos vaqueros rectos o de una camisa masculina.

En la primavera en la que nos ha tocado vivir de puertas para adentro hemos aprendido a valorar lo verdaderamente esencial y nos hemos dado cuenta que, pase lo que pase, los jerseys de punto, las camisetas de rayas marineras, los leggings, las chaquetas de lana, las sudaderas o las bermudas de algodón, siempre serán fieles compañeros. Precisamente, entre ese amplio abanico de posibilidades para practicar el confort chic, son las mallas que nacieron en el exceso de los años 80 las que conviven en todas las casas del mundo durante estos días. Hay chicas que que buscan leggings para practicar yoga, otras los prefieren para teletrabajar y unas pocas planean cómo los combinarán cuando llegue el verano. De la misma manera que hay leggings que podrían ser los próximos palazzo y otros que brillan como si fuesen unos pantalones de piel.

© Cortesía de Calzedonia

Leggings, de Calzedonia. COMPRAR

Fuente de inspiración para sus decenas de miles de seguidores, la influencer y empresaria italiana, Chiara Ferragni, comparte en sus redes sociales cómo pasa el confinamiento junto a su marido y su hijo. Desde sus habilidades para la repostería y cocinar espaguetis a la carbonara hasta sus sesiones de entrenamiento y todos sus estilismos y peinados indoors, Chiara, que ha mantenido una actitud positiva y ha animado a todos sus fans durante la cuarentena, es adicta a los minivestidos y los cropped tops, pero también a los pantalones de algodón de inspiración chandalera, los joggers y los leggings de todo tipo.

© Cortesía de Calzedonia

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Hace unos días, la influencer posaba con unas mallas brillantes de Calzedonia y un top fucsia de tirantes finísimos en un look que bien podría haber llevado Angelina Jolie en los 90 o principios de los dosmiles. “First time not in sweats in 38 days” (Primera vez que no llevo sudadera en 38 días), comentaba la italiana en su cuenta de Instagram. Eso sí, con pendientes brillantes y maquillada. Así nos gusta, Chiara.

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