Las sandalias doradas de tacón de las mil vidas son exactamente las de Georgina Rodríguez
La de ayer fue una noche súper especial para Georgina Rodríguez y aunque pueda parecer que está acostumbrada a todo, ni todos los días se debuta en uno de los festivales más importantes del mundo, ni todas las noches una baila frente a un público desconocido como si fuera el último tango. En San Remo, y acompañada de su pareja el futbolista Cristiano Ronaldo, la modelo lo dio todo sobre el escenario del certamen italiano más famoso desde hace décadas, y además de copresentar los premios, deslumbró con sus looks de fiesta y sus sensuales movimientos a ritmo de Roxanne, una de las míticas canciones de la banda sonora de Moulin Rouge.
Georgina Rodriguez, en el Festival de San Remo.© Gtresonline
Llegó con un estilismo. Pisó el escenario de la 70ª edición del Festival de Sanremo celebrado ayer por la noche en el Teatro Ariston de Sanremo (Italia) con tres despampanantes vestidos largos de fiesta y se despidió con otro corto con el que ¡sorpresa! actuó. La noche sin duda fue de Georgina, y ella parece que lo intuía.
Uno corte sirena de manga larga, con un sugerente escote de hombros caídos, realizado en encaje chantilly y bordado con filigranas y cuentas doradas de Pronovias. Otro blanco, con escote palabra de honor y una pronunciada abertura lateral que deja ver sus contorneadas piernas. Y por último, y a excepción del escogido para bailar el tango, otro vestido de fiesta hasta los pies, con escote palabra de honor, también abierto por un lateral y esta vez con miles de lentejuelas doradas bordadas. Casi nada.
Georgina Rodriguez, en el Festival de San Remo.© Gtresonline
Del mismo estilo, pero con diferentes tejidos y patrones, el punto de unión de todos los looks de alfombra roja de Georgina fueron las sandalias, pues escogió dos para tres vestidos, y ambos pares eran dorados, finos y elegantes.
Si bien para el estilismo creado en exclusiva para ella por Pronovias la modelo se decantó por unas sandalias de tiras finas cruzadas en el empeine, el resto de la noche lució las más clásicas y de fondo de armario que se pueden tener en la vida porque quedan bien con absolutamente todos los vestidos , pantalones, faldas, vaqueros… del mundo: las de tacón de aguja, con una finísima tira de raso sobre los dedos, una pulsera en el tobillo y muchos centímetros de altura. Las de Georgina eran doradas, y nos parecieron perfectas.
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