Llevar sujetador en casa: ¿sí o no?

Para toda mujer, varios son los verdaderos placeres de estar en casa: recogerse el pelo, ponerse el pijama y quitarse el sujetador. Esta prenda íntima es una de las primeras en guardarse nada más entrar por la puerta, pero en estas semanas en las que, estar en casa ocupa la totalidad de nuestros días, el debate en torno al uso del sujetador está sobre la mesa.

¿Es beneficioso llevarlo durante el día o es perjudicial para nuestra salud?, ¿daña la musculatura?, ¿afecta de algún modo a la forma del pecho? Las respuestas a estas preguntan son tan versátiles que todo se reduce a determinar el la frecuencia, el tamaño y el tipo del mismo. Más de un 80 % de las mujeres visten sujetadores que no son adecuados para ellas. De este porcentaje un 70% tiene en su cajón sujetadores de tallas más pequeñas y un 10% usa sostenes demasiado grandes, lo que supondría cambios sustanciales tanto en la postura como en el dolor muscular.

Por esta razón, elegir el tamaño correcto es fundamental. También el dilema entre usar los sujetadores habituales que llevamos a la calle o los deportivos para estar en casa es otra de las cuestiones a plantear. No se debe abusar de estos últimos ya que, a pesar de su comodidad, a menudo puede proporcionar un apoyo excesivo y evitar que la caja torácica funcione adecuadamente debilitando los músculos de la espalda y sobrecargando los ligamentos del pecho. Pero en cambio si desde casa se habitúa a realizar ejercicio con frecuencia, en estas ocasiones si que es importante usarlos y así se garantiza que, ni la espalda, ni el cuello, ni el trapecio trabajen más de la cuenta.

Además, el ajuste de las tiras del sujetador y la tira que se ata en la espalda debe estar perfectamente equilibrado ya que, no solo es importante su sujeción, si no también lo es el levantamiento. En este caso, los sujetadores palabra de honor son una buena opción estética para cuando se quiere tomar el sol desde casa o salir a algún evento y lucir un vestido que lo requiera, pero jamás deben llevarse sin motivo alguno ya que no cumplen ambos requisitos.

En el caso de no usar habitualmente sujetador, se deberá fortalecer con frecuencia los músculos de la espalda y los hombros para prevenir posibles dolores. Para ello es necesario estirar y activarlos a través de ejercicios de respiración desde el suelo, para que la postura no suponga ningún impedimento al hacerlos. De este modo, la comodidad será una aliada.

En este caso, puedes apostar por uno sin costuras y sin aros o por una camiseta muy ajustada que actúe en su papel. Se trata de sentir tanta comodidad que olvides que lo llevas puesto. Teniendo en cuenta que al caminar, el pecho se mueve de entre 3 y 4 centímetros, la importancia de usar el sujetador adecuado y de mantener el pecho sujeto es fundamental para el cuerpo.

No obstante no se debe usar a todas horas del día, mucho menos aún al dormir. Pero un buen sujetador facilita la respiración, refuerza la autoestima y la confianza y puede ayudar beneficiosamente a tu cuerpo. Consulta con tu osteópata cuáles sin los adecuados para ti y con qué frecuencia tu cuerpo pide usarlos y, por supuesto, no olvides renovar tu ropa interior cada dos o tres meses.

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