Los ciclos circadianos, decisivos para la regeneraci\u00f3n de la piel
Los ritmos circadianos son los ritmos biológicos, los ciclos que tienen lugar cada 20 a 28 horas y están controlados por un reloj biológico. Estos afectan a la piel, ya que las horas del día y de la noche marcan el funcionamiento de nuestras células. Por la mañana se activan todas las alertas para que te defiendan de todos los agentes externos que pueden dañar tu piel y por la noche se activan todos los elementos que ayudan a restaurar y regenerar todas las estructuras dañadas.
La luz natural y la artificial, el ejercicio físico, la alimentación, el estrés y el paso de los años alteran el ritmo circadiano y eso se ve reflejado en la piel.
Existen muchas investigaciones al respecto y ha quedado demostrado que las células de la piel actúan de forma coordinada, como los bailarines de una obra de ballet, todos al ritmo y favoreciendo ese ritmo. También ha quedado demostrado que la actividadde regeneración de la piel es mayor porla noche, mientras que por la mañana la luz despierta alas células para que cambienel proceso regenerativo por un sistema de defensa.
Si trabajas de día, lo tienes más fácil ya que por la mañana es el momento de ponerse las cremas frescas, que hidraten tu piel y la protejan del sol. Y por la noche, debes aplicarte las cremas regeneradoras, exfoliantes y nutritivas y reafirmantes.
En cambio, si trabajas de noche debes seguir la misma rutinaque uses por la mañana porque la piel necesita tener activos antioxidantes e hidratantes y cuando te acuestes, por la mañana, puedes ponerte una mascarilla superhidratante pero no regenerante, ya que es difícil engañar a la piel.
Si trabajas a turnos y algún día duermes en casa, ese sería el momento de ponerle a tu piel una buena crema regeneradora y activadora de colágeno y elastina; por la mañana procura dormir con la mayor oscuridad posible. Te recomiendo que si te despiertas en plena noche, no enciendas ninguna luz, para que tus células no activen la defensa y sigan regenerando tu piel.En definitiva, lo ideal es que pidas consejo a una profesional en la materia y que te ajuste el tratamiento adaptándolo a tu ritmo de vida.
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