Pedro Almodóvar pone de moda llevar bufanda las 24 horas
¿Qué pensarías si te dijéramos que Pedro Almodóvar marca tendencia en moda? Quizás que nos hemos vuelto locos o que queremos decir que las prendas se han bañado de colores vivos, como si de esta forma intentaran rendir homenaje al imaginario estético de su cine, pero lo que en realidad queremos decir es que el propio director manchego podría ser tildado ya de icono de moda. Como lo lees.
En los últimos meses han sido muchas las celebridades que han apostado por no quitarse ni sus pañuelos ni sus bufandas del cuello en sus apariciones públicas. Posar en la alfombra roja con bufanda parecía impensable, pero las celebrities se han sumado a la moda Almodóvar y han abrazado el “ande yo caliente, ríase la gente” de toda la vida. Pero, ¿en qué momento se ha puesto de moda dejar la bufanda al cuello? ¿Acaso la moda, por fin, se preocupa por nuestra salud? Las celebrities parecen pensar que ha llegado el momento de dejar de coger catarros en cada estreno y han hecho uso del accesorio que las madres más adoran, ese cuyo uso implica haber adquirido un grado de madurez loable.
Nicky Albrechtsen, autora del libro ‘Scarves’, explicó a ‘The Guardian’ el porqué de su éxito. “Inyectan color modernidad al apostar por un accesorio tradicional y emplearlo de formas jamás vistas antes”.
Alexa Chung nos dejó de piedra al combinar un vestido de satén de su marca homónima con una bufanda de tartán. Aunque esa inusitada elección fue fruto del azar, porque unos amigos se la dejaron para intentar mermar su dolor de garganta (aclaramos que no es que nos lo haya dicho a nosotros, sino que lo ha explicado en sus redes), lo cierto es que en las fotografías no se la quita, por lo que la moda de la bufanda sigue ganando puntos.
Lejos de Aleza, pero en la misma línea ‘fashionista’ fue Harry Styles quien arrasó en los Brit Awards con su traje amarillo canario de Marc Jacobs, pero fue su pañuelo lavanda de chifón el que nos enamoró perdidamente.
Hablar de pañuelos y de bufandas como complemento estrella sin mencionar el look con el que Jennifer Connelly ganó un Oscar en 2002 podría estar penado por la ley, y para evitarlo, no vamos a olvidarnos de este momento (anti) fashionista. Su vestido de Balenciaga y su maxi pañuelo fueron los más comentados de la gala, y no nos extraña. ¿Acierto absoluto o error garrafal?
¿Aportará esta tendencia a la moda más dolor o más gloria? Pronto lo sabremos.
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