Todo lo que tus vaqueros dicen de ti (y dijeron de ellas)

Si hay una única prenda que cuente la historia de las mujeres en las últimas décadas, una pieza que sintetice cómo vivimos y cómo queremos vivir, esa son los vaqueros. En los años 40 fueron una conquista gracias a actrices como Lauren Bacall, en los 70 Jane Birkin los convirtió en un uniforme de activismo social, en los 90 -con Kate Moss como musa del nuevo minimalismo- un símbolo de la democracia moderna. Ellas los llevaron primero y las demás los dotamos de significado después, es por ello que los vaqueros que llevamos son mucho más que un simple pantalón: cuentan la lucha, los deseos y la manera de ver el mundo de las mujeres en su década. Ahora la firma italiana Miu Miu lanza una colección llamada Denim Icons, bautizando seis modelos con nombre propio. Seis musas, seis décadas: esta es también nuestra historia.

Años 40: Lauren y las pioneras

Se dice que la moda es testigo de su tiempo y atreverse con un vaquero (una prenda salida del uniforme de trabajo, es decir, de los hombres) cuando las mujeres apenas usaban pantalones era toda una declaración de intenciones. Lauren Bacall se los puso: talle alto, denim fuerte y tono oscuro, la estrella a la que todos los hombres intentaban encender el cigarrillo daba un nuevo significado al jean.

Años 50: Brigitte y la locura por las francesas

Si el mito del chic francés sigue vigente es gracias a iconos que marcaron su época: Coco Chanel en los 20 (quien por cierto, fue la primera en atisbar todo lo que el denim podría hacer por una mujer), Brigitte Bardot en los 50. Cintura alta, tobillo al aire, trasero ceñido: los vaqueros de la actriz eran exactamente como ella, 50% sexy, 50% desafiantes.

Años 60: Françoise, la libertad y los tintes del denim

Hasta Bob Dylan le dedicó un poema (For Françoise Hardy at the Sena’s Edge…). La actriz continuó escribiendo el icono de las francesas en esta década en la que los vaqueros se convirtieron en el uniforme de hippies y activistas. Blancos y a la cintura, los vaqueros de Françoise escribieron su propia página en la biblia de la moda.

A post shared by Françoise Madeleine Hardy (@francoise.madeleine.hardy) on

Años 70: Jane, el icono entre iconos

Jane Birkin convirtió en icono tres cosas: la cesta de mimbre como bolso para todo, el flequillo largo (que sigue siendo el más pedido en las peluquerías) y, también, los vaqueros acampanados de cintura baja. Destape, libertad y cierto descaro en una sola prenda.

A post shared by Miu Miu (@miumiu) on

Años 80: Brooke y la revolución unisex

La moda unisex empieza a ser algo: inspirados en aquellos vaqueros de los 40, un giro de guión hace que ya no sean una prenda masculina adaptada a las mujeres, sino por primera vez, una prenda universal. La pernera se ensancha y el tejido experimenta con la lejía: puras vibraciones ochenteras. La musa, una quinceañera Brooke Shields en los sugerentes anuncios de Calvin Klein, desde donde aseguraba que nada se interponía entre sus vaqueros y ella.

Años 90: Kate, la antimodelo

Con cara de niña, apenas 1,70 metros de altura y una talla XS, Kate Moss se erigió como musa de una nueva generación de mujeres que robaban la ropa del armario de sus novios. A diferencia de Claudia, Naomi o Cindy, a Kate no le hizo falta tener el físico de una bomba sexual para convertirse en supermodelo sino unos vaqueros grandes, rectos y sin forma. Los jeans se convirtieron en esta década en la prenda más vendida del mundo: la democratización del vaquero era una realidad.


Fuente: Leer Artículo Completo