Merani conoce a la familia Vizcaíno en lo nuevo de ‘Los relojes del diablo’
- Rodada en Italia, España y Bélgica, Los relojes del diablo recrea la peligrosa odisea vivida por Gianfranco Franciosi, un mecánico náutico italiano cuya labor de infiltración en un cártel de droga fue decisiva en la operación Albatros
- Alessandro Angelini dirige a un elenco internacional, liderado por Giuseppe Fiorello, en el que figuran destacados artistas nacionales como Álvaro Cervantes, Alicia Borrachero, Carlos Librado ‘Nene’ o Michelle Calvó
Tras haber superado con éxito las primeras pruebas de Aurelio, Marco Merani comienza a trabajar para el cártel de los Vizcaíno preparando potentes embarcaciones. Su talento con los motores marinos, su naturalidad y su templanza le permitirán ganarse paulatinamente la confianza del joven líder del cártel mientras se suceden nuevos peligros, en la segunda entrega de Los relojes del diablo, que Cuatro emite este lunes.
Por otra parte, obligado por Aurelio, Merani viaja a Sudamérica, donde conoce a la poderosa familia Vizcaíno y a sus amigos traficantes. A su regreso a Italia, el mecánico está decidido a poner fin a su colaboración policial, pero su amigo Mario le convence para que lleve a cabo un último trabajo: preparar una planeadora para una entrega especial.
Una vez finalizado el encargo, Aurelio pide a Marco en el último momento que pilote la embarcación. Este cambio de planes suscita el recelo y las dudas de Merani, que advierte de ello a la policía italiana. Aunque el Servicio Central Operativo de la Policía de Génova le garantiza protección, durante la operación el subcomisario Vexina ignora los mensajes de móvil de Marco, dejándole totalmente desprotegido.
Así comenzó Los relojes del diablo
Marco Merani (Giuseppe Fiorello) es un mecánico especializado en preparar motores para embarcaciones marinas. Trabaja en un pequeño astillero de la costa ligur italiana cuando un día recibe la visita de Polverone, un excéntrico romano que le pide que modifique los motores de sus lanchas de buceo. Marco acepta el encargo, pero posteriormente, tras saber que su cliente ha sido asesinado por su implicación en el tráfico de drogas, informa de estos trabajos a Mario, su amigo y policía, que le asegura que él no ha hecho nada de lo que deba preocuparse. Sin embargo, dos personas acuden a verle semanas después para proponerle otro encargo: rectificar embarcaciones para el tráfico de estupefacientes. Movido por su conciencia, acude a la policía, que decide utilizarlo como cebo para infiltrarse en la red de narcotráfico.
Este es el inicio del fin para Merani, que se ve obligado a mentir a su familia y a obedecer cualquier petición de su peligroso cliente, Aurelio Vizcaíno (Álvaro Cervantes), que le asegura que por cada trabajo que hagan juntos le regalará un valioso reloj para que recuerde que el negocio debe funcionar como un engranaje perfecto.
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