Qué ha pasado en el capítulo 38 de ‘Secretos de Familia’, la serie turca de Antena 3
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Ilgaz y Eren recibieron el aviso de que Mehmet Can se encontraba en otro hospital sano y salvo en el capítulo 38 de ‘Secretos de Familia’. Fuera del la clínica esperaba Burak, un periodista que había seguido de cerca el caso. Ilgaz se aproximó a hablar con él y el reportero les avisó de que fue él quien les llamó. Eren le llevó a comisaría, mientras Ilgaz preparó el traslado de Mehmet Can a otro lugar.
Por otro lado, Pars le pidió ayuda a Ceylín para dar con el paradero de Yekta. «Posiblemente, fue la última persona en ver con vida a mi hermana», dijo el fiscal jefe. Ambos llegaron hasta la trastienda de una tienda que el abogado usó como vivienda. El hombre contó que si era cierto que vio a Neva a su regreso a Estambul, pero que no le hizo ningún daño. «Me contó que Cüneyt me había robado dinero y lo había escondido en su casa. Quedamos por la noche en ese mismo parque para que me lo devolviera, pero no llegó», narró el abogado. Pars confirmó que lo que le dijo Yekta era cierto gracias a las cámaras del parque.
Por otra parte, Burak le contó a Ilgaz que vio cómo un hombre se llevaba a Mehmet Can en una ambulancia y decidió seguirle. «Por eso supe que estaba en esa clínica, pero no vi al secuestrador», dijo el periodista antes de terminar la conversación. A la salida de las dependencias policiales, se topó con Çinar. Ambos se cayeron bien y este último le invitó a tomar algo con Tügce y Parla. Ninguno sospechó que Serdar les vigilase desde lejos.
Ilgaz y Eren hicieron un hallazgo sorprendente gracias a sus compañeros forenses
Al caer la noche, Ilgaz le reprochó a Ceylín que fuera tan impulsiva. «El otro día en el hotel te pusiste en peligro. Podría haberte perdido», dijo el fiscal. La discusión entre los dos subió de tono, pero, afortunadamente, tras el pequeño enfrentamiento, terminaron firmando la paz.
Al día siguiente, Pars, en contra de lo que todos sus compañeros pensaban, decidió dar una rueda de prensa para contar que su hermana había sido asesinada y pedir la colaboración ciudadana para dar con el criminal que le arrebató la vida. Horas más tarde, Eren recibió el aviso de que habían hallado el coche de Neva, medio quemado, a las afueras de la ciudad. En el maletero habían encontrado varias prendas de ropa, de diferentes personas, así como bastantes carnets de identidad, que correspondían a las personas fallecidas que encontraron en el pozo.
Después, Ilgaz y Eren hicieron un hallazgo sorprendente. Resultó que la edad, género y corpulencia de los cadáveres coincidían con los miembros de una familia fallecida hace años. Ilgaz no tardó en atar los cabos y entender que el misterioso asesino que buscaban, con sus crímenes, estaba tratando de replicar a la difunta familia: «Una muerte por cada integrante que ya no está. Es escalofriante».
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