Un oficial de carácter; ‘Servir y proteger’

QUÉ HA PASADO

• Quintero está dispuesto a vengar la muerte de Alicia.

• El policía Iván Sánchez se incorpora a la comisaría.

• Miralles y Bremón inician la búsqueda de Vlado Khan.

Mateo está muy preocupado porque piensa que el dinero que le ha dado a Jesús Otero no será suficiente para mantenerlo callado durante su estancia en la cárcel. “Si ese idiota confiesa que fui yo quien mató a Malena y no él, mi vida estará acabada. No puedo permitirlo”, sopesa en su apartamento.

Decidido a tomar cartas en el asunto, comienza a seducir a su hermana Eli y termina pasando una noche con ella. Poco a poco, empieza a ganarse la confianza de la mujer y logra que esta le revele información importante sobre el preso.

Por otro lado, Miralles, a espaldas de Antonio, se coge un día libre en comisaría para viajar a Requena e investigar sobre al paradero de Vlado Khan. Cuando su marido se entera de que lo ha engañado, se enfada con ella. “Estoy harto de que hagas lo que quieras sin explicarme lo que pretendes. Se supone que estamos juntos en esto. Ya sé que estás pasándolo mal”, dice comenzando una acalorada discusión.

Al día siguiente, las cosas para Claudia no mejoran. Desde Jefatura ha llegado una noticia: la han relegado de su puesto de trabajo y Salgado ocupará su lugar como inspector jefe de Distrito Sur.

La información se la cuenta un triste Bremón: “Te echan la culpa de la muerte de Alicia y el asalto a la comisaría. No es justo, pero no puedo hacer nada para que cambien de opinión”.

A su vez, Nacha ha tomado la decisión de pedir una excedencia y marcharse a Donostia. “Quiero darme una oportunidad con Aitana, siento que debo estar a su lado. Es momento de lanzarme a la piscina”, le cuenta a Elías. Este la felicita por su valentía y la pareja de agentes se abraza. “Esto es solo un hasta luego, nos volveremos a ver antes de lo que imaginas”, se despide ella dejando una vacante en el cuerpo.

El lugar será ocupado por una competente oficial llamada Lidia Alonso. Esta agente impulsiva, que no se calla nada de lo que piensa y cuyo carácter brusco ya le ha ocasionado en el pasado algún que otro problema con sus compañeros, se hará cargo del caso del asesino de policías.

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