Si tu regla se ha vuelto loca, este es tu artículo: razones por las que se te ha adelantado (o atrasado) durante el confinamiento
Hace unas semanas (exactamente: durante el primer mes de encierro, que ya no sabemos en qué día vivimos) explotaba en Twitter un debate y un intercambio de opiniones entre las usuarias: algo pasaba con su ciclo menstrual. Desde que comenzó el confinamiento, la menstruación (¿Tú también engordas durante la regla? Sabemos la causa) de muchas mujeres ha sufrido una gran alteración. Atrasos, adelantos, cambios en el flujo, en la abundancia del período… Si te ha pasado, seguro que pensaste, «¿Es que mi regla se ha vuelto loca, o qué?». Por si no tuvieras suficiente con una pandemia mundial, tu cuerpo se ha puesto en huelga (si no, que se lo digan a tus problemas de acné y sensibilidad facial multiplicados por mil) y ya no atiende a razones.
Loca, lo que se dice loca, no creemos que esté: la culpa de este desbarajuste que nos lleva por la calle de la amargura no es nuestra, sino del confinamiento, el cual ha alterado todos los patrones que conocíamos y se ha llevado por delante también a nuestro orden menstrual.
Este trastorno se debe a los cambios que ha sufrido nuestra rutina y por ende, nuestro cuerpo durante las últimas semanas. A eso, debemos añadirle el estrés por la nueva situación y las dificultades que eso conlleva. Estas causas eran algunas de las más repetidas por las usuarias de la red social: ansiedad, miedo y angustia. Tres de los principales sentimientos que han llenado nuestro día día desde que comenzara el estado de alarma. Hemos hablado con el Dr. Rafael Jiménez Ruíz de Madrid Gynecologic Center (MAGYC) del Hospital Ruber Internacional para entender por qué nuestra menstruación se ha visto afectada en los últimos meses: «Durante el confinamiento, dependiendo de la duración y situación personal de cada mujer, se producen cambios de hábitos, que como consecuencia pueden producir alteraciones en el ciclo femenino, que se traducen en cambios en la menstruación, tanto en ritmo como en cantidad», afirma.
La alimentación, además del estrés o la ansiedad, es otro factor determinante cuando hablamos de la alteración de bioritmos y cambios hormonales. Comer peor, moverse menos y abusar de los ultraprocesados (sí, esa tableta de chocolate que te hace ojitos desde la nevera) conlleva un desajuste que tiene consecuencias. De ahí los atrasos o adelantos menstruales: «La situación excepcional del confinamiento puede producir situaciones de estrés, angustia, ansiedad, cambios de hábitos, como en la alimentación, ejercicio, exposición al sol e incluso tiempo de dedicación a nuestras actividades lúdicas. Todas estas alteraciones prolongadas en el tiempo interfieren en los mecanismos necesarios para el normal funcionamiento del ciclo femenino y como consecuencia aparecen cambios en el ritmo y/o cantidad de la regla», explica el Dr. Las dificultades para conciliar el sueño tienen también un papel determinante. Es más, la alteración del ciclo del sueño es solo el principio, a partir de ahí, llegan los demás cambios que alteran el biorritmo. Sí, las noches en vela viendo Netflix pasan factura, querida lectora.
¿La solución?
Lo primero es no alarmarse. Estos cambios no son graves siempre y cuando poco a poco se vaya recuperando la «normalidad» (aunque, lanzamos la piedra, ¿qué es/será la nueva normalidad?). Volver a las rutinas pre pandemia, hacer deporte y cuidar la alimentación son pautas que hay que seguir al pie de la letra si tu menstruación ha cambiado por completo. Ante esta situación, el Dr. Jiménez recomienda qué podemos hacer para intentar encauzar esta alternación:
-Establecer horarios para las comidas y sueño. Es muy importante mantener un horario para irse a la cama y dormir 6-8 horas diarias.
-Realizar ejercicio moderado y por supuesto, acorde a nuestro estado físico: el confinamiento es un buen momento para empezar una rutina de ejercicio saludable.
-Si trabajas en casa, también es muy importante ponerse un horario que respete nuestro descanso necesario, evitando excesos que solo comportarán situaciones de estrés.
– Intentar evitar situaciones de ansiedad, estrés y angustia que alteran el ritmo cerebral y suprarrenal con aumentos de cortisol. Para ello, es importante adoptar una actitud positiva, mantener contacto con amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc… en definitiva, evitar el aislamiento. No se debe dudar en buscar ayuda profesional si la situación así lo requiere.
-Por último cuando a pesar de todo aparezcan alteraciones continuadas en la menstruación, sobre todo si se trata de reglas abundantes y prolongadas, deberías ponerte en contacto con tu ginecólogo para que valore la necesidad de un tratamiento y así evitar consecuencias como la anemia por falta de hierro.
No, tu regla no se ha vuelto loca: es culpa del confinamiento.
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