Enfrentados en la política y el amor; ‘Amar es para siempre’

QUÉ HA PASADO

• Llega la madre de Cristina.

• Emma trata de que Manolín esté a gusto en su casa.

• Maica y Gorka se muestran cada día más unidos.

Manolita contacta con el detective que habla en la radio y presume de haber resuelto casos que la justicia ha dado por cerrados. “Buenas noches. Soy una madre desesperada que necesita conocer la verdad sobre el final de su hija. Le pagaré”, se acerca la cocinera a la emisora.

Apiadándose, el hombre promete ayudarla de maneraaltruista. Además, le revela su secreto: es vidente y la convence de ello, dándole detalles del asesinato de Sofía en la puerta del King’s. Tras contárselo a Benigna, quedan en el portal donde se halló el cadáver de Marisol. “Veo claramente a alguien sacando el cuerpo de un maletero”, afirma él.

Una vez en su poder la llave del despacho de Beltrán, Miguel ordena a Estefanía entretenerlo mientras él se adentra. Allí, no sin riesgo, el espía se hace con algunas páginas del documento que va a presentar el militar en defensa de su proyecto de construcción de una Escuela de Operaciones Especiales en Jaca.

Al faltar la parte que tenía que haber escrito Abel, piensa que no la ha hecho y se enfada. “Me has dejado en ridículo. ¿Qué pretendes con tu pasotismo? ¿Desnaturalizar las Fuerzas Armadas?”.

Sin entender nada, su cuñado comenta que hay un error: “Tiene que estar mi parte. Lo habrá traspapelado tu ayudante”. Beltrán lo ignora y lo acusa de estar pagado por “sus amigos reformistas” y de avergonzarse del uniforme. Detrás de la barra del Metrópolis, Miguel sonríe y Estefanía mira para abajo.

Maica encuentra a Gorka leyendo La colmena.

“Ese libro te lo regalé yo”, se emociona. “Sí y tengo más cosas”, dice mostrándole una fotografía de carné. “No la tiré porque nunca te olvidé”, afirma.

A Cristina se le han olvidado unos papeles en el bufete y va allí de noche. Al llegar, se topa con Guillermo. “¿ Tú trabajando a estas horas?”, pregunta, hasta que sale una mujer de la cocina. “¡Estás utilizando esto como nido de amor! No puedo más”, dice enfadada. Enseguida, nota que su compañero anda bebido y más cuando, una vez se ha ido su conquista, intenta besarla.

A la mañana siguiente, Galán ha olvidado lo sucedido y su amiga se preocupa por si se halla en una peligrosa espiral.

Aprovechando que está sola, Manolita recibe al vidente en su casa: “¿Cómo podemos llegar a la identidad de quién llevó a mi niña al portal?”. El anciano le pide una prenda de ropa, pero Marce las ha donado a la iglesia, dando un nuevo motivo a su mujer para enfadarse.

Miguel quiere asegurarse de que Abel y Beltrán sigan distanciados y cree que la mejor baza que tiene es la atracción que sienten ambos por Estefanía. “Seduce a los dos. Los celos nublan la mente”, afirma.

Esa tarde, Marcelino y Manolín tienen una seria conversación y el dolor de ver a su padre hundido lleva al chico a sacar valor para llamar a Socorro y exigirle respeto: “La he visto salir de nuestra habitación y ha roto un disco que me trajo mi hermana de Londres. Que sea la última vez que entra sin permiso de Emma o mío”. “Así lo haré. Me gusta que tengas carácter. Al final haremos carrera contigo”, responde.

Virginia persigue a Quintero convencida de que tiene arrebatos incontrolados hacia las mujeres: “¿Habló ya con el cura para que le reconduzca?”. Seguro de que es ella la que no tiene la cabeza en su sitio, el abogado prefiere seguirle la corriente: “Sí, va todo muy bien. Pero me prohíbe hablar del tema”.

Ella se disculpa pero vigila cada paso que da, creyendo que lo ayuda y por si se descarrila. Al verlo tomando una copa con Sebas, se acerca. “Eres una mala influencia para Justo. Déjale en paz”, proclama dándose la vuelta sin más.

La sinceridad de Gorka lleva a Maica a poner distancia y centrarse en el obrador.

“¿Puedo ayudarla”, atiende a una clienta. “Estoy buscando a mi hijo, Fabián, y me han dicho que trabaja aquí”, dice la mujer.

La panadera no da crédito a sus palabras y cuando se lo cuenta a su tutelado, este reacciona con nervios: “No quiero saber nada de mi pasado. Ni de ella ni de nadie”.

Además de seducirlo, Estefanía debe robar una cinta a Abel. Antes de dársela a Miguel, la escucha y se queda de piedra al darse cuenta de la importancia del contenido.

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