Los ingredientes que necesitas para hacer (bien) tu mascarilla casera

Una de las cosas que nos ha dado este año es el auge de los tratamientos de belleza en casa y, en concreto, el gusto por las mascarillas. Más allá de las de nuestras firmas favoritas, hay muchas personas que se han animado a preparar sus propias mascarillas. Y es que, si hay algo en la belleza que puede ser DIY eso son las mascarillas, ahora que, además, se ha demostrado que muchos de los ingredientes naturales de nuestra despensa tienen grandes propiedades para la piel no solo ingiriéndolos sino aplicándolos directamente.

Pero no todos valen. Y es que cada piel tiene unas necesidades y no siempre la piel reacciona como debería a todos los ingredientes, por naturales que sean: «Como siempre insisto, hay que tener mucho cuidado con la cosmética casera», explica el Dr. Pedro Catalá, «porque puede causar irritación, cambios de pH o favorecer la hiperpigmentación. Ahora bien, sí podemos revisar algunos ingredientes que funcionan, que son fáciles de encontrar y seguros de utilizar en las dosis recomendadas», añade el experto, quien nos da las claves para hacer una mascarilla en casa.

Claves para hacer la mascarilla casera

Antes de elegir qué necesidad queremos que cubra la mascarilla que vamos a realizar, habrá que tener en cuenta dos principios básicos para hacer una mascarilla en casa:

En primer lugar, debemos hacer la cantidad justa de producto que vayamos a utilizar pues solo se podrá usar una vez. Y es que, así se evitan problemas de conservación y efectos adversos en la piel por el paso del tiempo en los ingredientes de la mascarilla. «Además, debe aplicarse al momento», señala.

Después, hay que tener en cuenta que la mascarilla no solo depende del ingrediente principal que cubrirá la necesidad, sino que esta debe formularse con otros ingredientes que la den su textura y consistencia. Es decir, que sean su base: «Para dar la consistencia adecuada a la mascarilla, se puede utilizar como base yogur, miel o, la base preferida del Dr. Pedro Catalá, los copos de avena», cuentan desde Twelve Beauty.

Ingredientes según el tipo de piel y las necesidades

Para elegir el ingrediente principal de nuestra mascarilla tendremos que prestar atención a cuáles son las necesidades básicas de nuestra piel en este momento, aunque también se pueden confeccionar para proteger un tipo de piel.

Equilibrante

Esta equilibrará (como su nombre indica) la piel, lo que significa que mantendrá a raya la grasa.

– Fresas machacadas: Tal y como apunta el experto, son buenas para la piel porque son ricas en taninos, vitamina C, ácidos alfahidroxiácidos, salicílico y flavonoides y tienen un efecto astringente. También poseen azúcares y péptidos que son hidratantes.

– Quinoa hervida: Rica en selenio, vitamina B6 y zinc, es el remedio estrella para pieles mixtas con tendencia acnéica.

Revitalizante

Para dar un extra de energía a la piel, potenciando su luminosidad y jugosidad.

– Piña machacada: Es emoliente debido a su contenido en alfa-hidroxiácidos, aminoácidos y azúcares. También contiene minerales que estimulan la síntesis de fibras de colágeno y elastina.

– Azafrán: Los carotenoides que provocan ese color amarillo también son ricos en crocina y crocetina, moléculas que actúan como antioxidantes y funcionan muy bien en pieles estresadas.

Antioxidante

Ahora se hacen muy necesarios los antioxidantes, pues pasamos muchas horas delante de las pantallas y su luz azul libera radicales libres, que solo se neutralizan con los antioxidantes.

– Albaricoque machacado: Como no es época, se puede hacer con albaricoques secos dejándolos toda una noche en remojo, recomiendan desde la marca. Es rico en compuestos fenólicos y vitamina C, lo cual se traduce en una notable actividad antioxidante. Reduce la pérdida de agua transepidérmica debido a su contenido en carbohidratos.

– Salvia: Es altamente protectora y reparadora por el ácido ursólico que contiene.

Hidratante

También necesitamos un extra de hidratación porque la exposición a la luz de las pantallas también provoca sequedad.

– Brócoli licuado: Los ácidos grasos que contiene mantienen la piel elástica e hidratada.

– Remolacha licuada: Hay numerosos estudios que avalan su efecto hidratante sobre las capas mas superficiales de la epidermis.

Para pieles sensibles

Las pieles más sensibles tienen unas necesidades muy específicas por lo que necesitan ingredientes con mayores propiedades ya que sufren más reacciones y son más delicadas frente a los efectos externos.

– Repollo licuado: Sus hojas son muy calmantes.

– Apio licuado: Contiene luteolina, una molécula antioxidante que es responsable de su efecto calmante.




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