Roman Polanski ataca a sus críticos: la mayoría de la gente que me persigue no me conoce ni sabe nada sobre el caso
El nuevo film de Roman Polanski,Un oficial y un espía, es la película que abrirá el festival de cine de Venecia, y la controversia ha agitado las aguas. Ahora que el director ha dado una nueva entrevista durante las notas de prensa de la película, todo indica que la polémica se intensificará.
En 1977, Polanski –que en ese momento vivía en California– se declaró culpable de mantener relaciones sexuales con una menor, tras haber sido arrestado por drogar y violar a una adolescente de 13 años, y aceptar un acuerdo legal. Cuando escuchó que el juez del caso planeaba ignorar el acuerdo, voló a Europa para evitar cumplir una condena más larga. Aunque su víctima, Samantha Geimer, ha declarado que ella aceptó sus disculpas privadas, la presencia continua de Polanski en la escena cinematográfica –desde Francia, donde vive como fugitivo de la justicia de los Estados Unidos– es una situación que aflige a sus detractores. En el año 2018, en la cúspide del post #MeToo, la Academia de Cine, Arte y Ciencias lo expulsó, y el cineasta respondió demandando a la Academia en esta primavera.
Ahora, en una nueva entrevista con el autor de Bitter Moon, Pascal Bruckner – que en un punto de la entrevistale pregunta a Polanski como sobrevivirá "al actual macartismo neo-feminista"– Polanskiaprovecha la oportunidad para dibujar paralelismos entre su propia historia y el caso Dreyfus.
A la pregunta de por qué ha querido hacer una película sobre el caso Dreyfus de 1984 –en donde un oficial judío de nacionalidad francesa fue condenado erronéamente y sentenciado a cadena perpetua por presunta traición–, Polanski responde: “La historia de un hombre injustamente acusado siempre es fascinante, y ahora es actual además debido al renacimiento del antisemitismo… Otro caso como éste es posible, definitivamente. Todos los ingredientes están ahí para que suceda: las falsas acusaciones, los procesos judiciales escandalosos, los jueces corruptos, y sobre todo, ‘los medios de comunicación’ que sentencian y condenan sin un juicio justo y sin poder tener derecho de apelar”.
Buckner trata de encontrar similitudes entre el superviviente del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial (personaje del filme de Polanski) y la persecución por los estalinistas en Polonia, con la condena que tuvo que afrontar Polanski tras su sentencia por abuso sexual. “Como hicieron contigo persiguiéndote por todo el mundo y tratando de evitar el estreno de tus películas en el cine” dice el entrevistador, “aparte de otras vejaciones, te expulsaron de la Academia de los Oscar”. Polanski responde que puede ver parecidos entre la película y su propia vida.
“Puedo ver la misma determinación en negar los hechos y condenarme por cosas que no he hecho” dice. “La mayoría de la gente que me persigue no me conoce y no sabe nada sobre el caso… Debo admitir que estoy familiarizado con los mecanismo de persecución que se muestran en la película, y eso claramente me ha inspirado”.
“La forma en la que la gente me ve, mi ‘imagen’, se comenzó a formar con la muerta de Sharon Tate” agrega Polanski. (Tate y Polanski estuvieron casados hasta el asesinato de la actriz por parte de varios miembros de la familia Manson en 1969)“ Cuando ocurrió, aunque yo ya estaba pasando por un momento terrible, la prensa se agarró a la tragedia y sin saber cómo lidiar con eso, tejió una telaraña con la más terrible de las sañas, insinuando, entre otras cosas, que yo era una de las personas responsables por su asesinato, con un trasfondo satánico. Para ellos, mi película La semilla del diablo ¡demostraba que yo estaba relacionado con el demonio! Duró varios meses, hasta que la policía encontró a los verdaderos asesinos, Charles Manson y su familia”.
“Todo esto me persigue hoy en día. Es como una bola de nieve, cada temporada se le añade otra capa. Historias absurdas de mujeres que no he visto nunca en mi vida, que me acusan de cosas que supuestamente han ocurrido hace más de medio siglo”, continúa.
El director del festival de cine de Venecia, Alberto Barbera, ha hablado sobre la presencia de Polanski en el lineup del festival, y sobre la falta de directoras femeninas en el año 2019. “Pienso que siempre debemos hacer una distinción entre el artista y el hombre”, ha dicho Barbera. “La historia del arte está llena de artista que fueron asesinos, criminales, y que tuvieron un mal comportamiento. Pero eran grandes artistas y su trabajo permanece”.
Polanski no es el único director caído en desgracia que hace debutar una película este verano; Woody Allen abrirá el festival de cine de Francia Deauville American Film Festivaleste septiembre con su último proyecto, Un día lluvioso en Nueva York.
Artículo publicado originalmente en la edición de Vanity Fair USA.
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