Vestidos de novia: cómo acertar con la elección del tejido
Es el secreto mejor guardado de la novia, el que más atención acapara el día del enlace. Y también el que genera mayores dudas e inseguridades. Encontrar el vestido de novia perfecto no es sencillo, supone, en muchas situaciones, una verdadera odisea para aquellas mujeres que esperan con ansia pasar por el altar.
Por encima de tendencias nupciales, cada vez más revolucionarias y originales -atrás quedaron el maximalismo o los cortes más clásicos en favor de siluetas reformuladas y adaptadas a la industria actual-, hay un aspecto que resulta fundamental: el tejido. No solo es la base de cualquier diseño, también la esencia. «El tejido es lo que marca la diferencia. El buen profesional es aquel que asesora en estructura, tonos, tejidos, y sabe materializar todos estos conceptos sobre un tejido que debe, además, adaptarse a la novia», explica Laura Escribano, modista y creadora de vestidos de novia.
Qué tejido elegir para tu vestido de novia
No es lo mismo el tejido de una camiseta que vayamos a utilizar a diario, que el protagonista de un look nupcial, este requiere de calidad, de presencia, de elegancia. «Cuanta más cantidad de fibra natural tenga ese tejido, de mayor calidad será y tendrá mejores prestaciones», explica la creadora madrileña. «En general, los tejidos que contengan fibra natural se adaptarán mejor al cuerpo», ha resaltado Escribano.
Todo cambia cuando lo vemos con la luz del sol, incluso hay ocasiones, como puede ser la elección del vestido que te acompañe en uno de los días más felices de tu vida, que resulte determinante. «Las sedas y el algodón no brillan, son tejidos muy mates, y tienen un brillo natural exquisito cuando les da la luz», afirma Laura. En el lado contrario encontraríamos aquellos que brillan en exceso, como el poliéster, que suele ser por la propia fibra sintética.
Antes de recomendar un tejido, la experta debe tener en cuenta diferentes aspectos: por un lado los del cliente, como la sudoración, el uso de tejidos que pueden incrementar el sudor pueden provocar que el día de tu boda sea un infierno, o las alergias de la novia. Posiblemente sea algo que no habíamos pensado y que sin embargo puede suponer problemas.
Pero también los del propio vestido, tanto el presupuesto, como el peso o la ligereza con el que cuente en diseño. «La parte del tejido es la parte más psicológica del cliente y el profesional debe intuir lo que necesita porque la novia en realidad no lo sabe y necesita asesoramiento», afirma Escribano.
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